Trabajó con el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), Justicia para Nuestras Hijas y otras organizaciones para buscar al responsable del asesinato de su hija, pero enfrentó una serie de obstáculos y resistencia de las propias autoridades que debían haber asumido la responsabilidad de hacer justicia.
El asesinato de Marisela Escobedo muestra claramente que las mujeres siguen siendo víctimas de violencia de género en el estado de Chihuahua y que las autoridades no están asumiendo su responsabilidad de sancionar a los responsables de estos delitos ni de prevenir la violencia contra la mujer. Solicitamos a las autoridades del estado de Chihuahua que se realice una investigación oportuna, exhaustiva e imparcial a estos hechos, ya que tal parece que la falta de justicia por parte del gobierno federal y estatal para la muerte de su hija permitió la muerte de Marisela. Expresamos nuestro sincero pésame a la familia y a los y las compañeros de Marisela y les brindamos nuestra solidaridad en su lucha continúa por la justicia.