Para WOLA, las políticas de desarrollo deben ser evaluadas para determinar en qué medida respetan, protegen y hacen realidad a los derechos humanos. La disminución de la pobreza y los derechos económicos no sólo son fundamentales para el crecimiento, la igualdad y la estabilidad en el plano económico de largo plazo sino también son imperativos morales. Debido a los altos niveles de pobreza rural, WOLA está fomentando modelos de desarrollo alternativo que intensifiquen las inversiones en las zonas rurales dando cabida a pequeños y medianos productores, generando oportunidades de trabajo agrícola y no agrícola, incluso acceso a tierras y a otros activos productivos, e inversiones en servicios humanos.