WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas
21 Dec 2017 | Comunicado de prensa

El senador estadounidense y vicepresidente del Comité de Asignaciones del Senado, Patrick Leahy, pide una nueva elección en Honduras

Washington, DC El senador estadounidense y vicepresidente del Comité de Asignaciones del Senado, Patrick Leahy, pidió al Presidente Trump que siguiera los pasos de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y solicite una nueva elección democrática en Honduras. En su declaración, hizo un llamado a ejercer debidamente la democracia en Honduras e instó que se siguieran pasos justos y transparentes.

“Hoy, Honduras necesita urgentemente un líder elegido libre y justamente, quien pueda unir el país. Desafortunadamente, en estas elecciones faltaron las condiciones de justicia y transparencia necesarias para producir ese resultado”, dijo el senador de Vermont.

Por sus intereses, WOLA ha traducido el discurso completo:

 

“Declaración del senador Patrick Leahy
En apoyo de la democracia en Honduras
Registro del Congreso
20 de diciembre de 2017

Señor Presidente, el lunes el jefe del Tribunal Supremo Electoral de Honduras declaró a Juan Orlando Hernández como el próximo Presidente de Honduras. Poco después, la Secretaría de la Organización de los Estados Americanos, uno de los principales observadores internacionales, anunció que no podía certificar las elecciones como libres y justas y pidió una nueva elección. Ayer, después de que sus asesores principales reprendieron a la OEA por infringir sobre la soberanía de Honduras, el presidente Hernández, afirmando que “el pueblo hondureño ha hablado”, se autoproclamó presidente electo.

El 5 de diciembre, hablé extensamente sobre las elecciones hondureñas, y he hecho varias declaraciones desde entonces. No repetiré lo que yo, y muchos otros, ya hemos dicho sobre el problemático proceso orquestado por el presidente Hernández y sus asociados en los últimos años poniendo en marcha las bases para su reelección sin precedentes y segundo mandato presidencial. Tampoco hablaré sobre las irregularidades que han llevado a masas de personas a  salir a las calles en protesta despues la elección del 26 de noviembre. Hasta el día de hoy, al menos de 12 manifestantes, y tal vez hasta 20, han muerto y muchos más han resultado heridos, mayormente por culpa de que la policía militar abriera fuego. Me decepcionó que en su discurso de ayer el presidente Hernández no hay mencionado estas trágicas muertes.

Mientras esperamos a que la administración de Trump decida si apoyara el llamado de la OEA para una nueva elección, o si aceptara el reclamo por un segundo mandato del Presidente Hernández, quiero presentar tres puntos.

Primero, si esta elección defectuosa se hubiera realizado en un país cuyo presidente no contara con la consolidación de poder y confianza sobre el ejército y la policía, ni el fuerte respaldo de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, es dudable que hubiera sido aceptada como libre y justa. Y en vez, la Casa Blanca (quien ha estado dispuesta a excusar los escándalos de corrupción del gobierno de Hernández y la represión contra la prensa y la sociedad civil)  probablemente haría un llamado por un recuento de votos o, si no se pudiera garantizar la integridad de los votos, haría un llamado por  nuevas elecciones.

Segundo, la OEA merece el agradecimiento de la gente de este hemisferio por el papel que jugó como observador imparcial y por luchar por una elección libre y justa en Honduras en un momento en el cual los procesos democráticos, la libertad de expresión y asociación, y los poderes judiciales independientes están siendo amenazados no solo en Honduras pero en muchas partes de América Latina. El próximo año, hay elecciones presidenciales y parlamentarias programadas en muchos países de Centro y Sud América, y la OEA, quien ha sido un fuerte defensor de la democracia y los derechos humanos en Venezuela, jugará un rol importante para asegurar que esas elecciones cumplan con los estándares internacionales de justicia y transparencia. Por lo tanto, es particularmente importante y tranquilizante que la secretaría de la OEA ha insistido en tales estándares en Honduras, como en solicitar una nueva elección, y es igualmente importante que los Estados Unidos permanezca junto a la OEA en este momento.

Tercero, finalmente dependerá del pueblo de Honduras decidir qué tipo de gobierno quisiera y si aceptara el resultado declarado por el Tribunal Supremo Electoral, quien tiene poca credibilidad fuera del Partido Nacional del presidente Hernández. Es claro que el país está divido política, social y económicamente. Aún sin un proceso electoral que sea ampliamente aceptado como libre y justo, esta división pondrá en peligro el progreso que es necesaria para combatir la pobreza, la violencia, el crimen organizado, la corrupción, y la impunidad que plantean enormes desafíos para el futuro.

Pero la comunidad internacional, y particularmente la gente de este hemisferio, también tienen un fuerte interés en el futuro de Honduras. Solamente en la última década, los Estados Unidos ha proporcionado cientos de millones de dólares en asistencia para Honduras, de la cual yo mismo he apoyado la gran mayoría. Pero esa asistencia no ha conseguido los resultados que el pueblo hondureño y nosotros hemos querido, y la razón por eso, yo creo, es en primer lugar porque los gobiernos sucesivos de Honduras no tomaron en serio el abordar muchos de los problemas claves que he mencionado. Sin embargo, la ayuda seguía. Desafortunadamente, no estoy convencido de que el gobierno actual sea lo suficientemente serio sobre estos temas tampoco.

Hoy, Honduras necesita urgentemente un líder elegido libre y justamente, quien pueda unir el país. Desafortunadamente, en estas elecciones faltaron las condiciones de justicia y transparencia necesarias para producir ese resultado. Si se llevara a cabo una nueva elección bajo tales condiciones, es totalmente posible que el presidente Hernández gane. O puede ser que no. Pero para que él, o cualquier candidato, obtenga el mandato necesario para unir el país y plantear una posición creíble que su gobierno es un asociado merecedor de los Estados Unidos, tendrá que rechazar los defectos serios de esta elección y mostrarle a toda la gente de Honduras y de este hemisferio cómo se ejerce la democracia de verdad.

Señor Presidente, pido consentimiento unánime de que el editorial de Bloomberg View que hace un llamado por una nueva elección democrática en Honduras, sea impreso en el record.