Los hondureños merecen elecciones libres y justas
Washington, D.C. — El 17 de diciembre, la máxima autoridad electoral de Honduras, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), declaró al presidente Juan Orlando Hernández ganador de las problemáticas elecciones hondureñas por un margen leve sobre el candidato de la oposición, Salvador Nasralla. Después de este anuncio, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, publicó una declaración cuestionando los hallazgos del TSE y recomendando a Honduras asumir nuevas elecciones. Según la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), una importante organización de investigación y defensa que promueve los derechos humanos en el hemisferio, la comunidad internacional, incluyendo el gobierno del Estados Unidos, debe unirse al OEA para recomendar nuevas elecciones presidenciales en Honduras.
Tras inconsistencias y demoras en anunciar un ganador de la elección presidencial el 26 de noviembre, la misión de observación electoral de la OEA publicó un informe preliminar que encontró que “el estrecho margen de los resultados, así como las irregularidades, errores y problemas sistémicos que han rodeado esta elección no permiten a la Misión tener certeza sobre los resultados”. La misión de la OEA permaneció en Honduras para acompañar al TSE, así como a otros observadores nacionales e internacionales, para revisar más de 6.000 actas. Además, la OEA encargó al profesor de la Universidad de Georgetown, Irfan Nooruddin, que realizara un análisis sobre el cambio en las tendencias de votación, que Nooruddin concluyó fuera “sospechoso” y “difícil de explicar por pura casualidad”.
En la declaración acompañando la publicación de su segundo informe preliminar, la OEA concluyó que “el proceso electoral estuvo caracterizado por irregularidades y deficiencias cuya entidad permite calificarlo como de muy baja calidad técnica y carente de integridad.” La misión encontró que “intrusiones humanas deliberadas en el sistema informático, eliminación intencional de rastros digitales, imposibilidad de conocer el número de oportunidades en que el sistema fue vulnerado, valijas de votos abiertas o sin actas, improbabilidad estadística extrema respecto a los niveles de participación dentro del mismo departamento, papeletas de voto en estado de reciente impresión e irregularidades adicionales, sumadas a la estrecha diferencia de votos entre los dos candidatos más votados, hacen imposible determinar con la necesaria certeza al ganador”.
“El conteo de votos en Honduras ha sido muy deficiente y planteó más preguntas de las que respondió. Dadas las numerosas irregularidades y deficiencias que han empañado el proceso, es difícil confiar en los resultados que el tribunal electoral ha anunciado”, dijo Adriana Beltrán, Directora del Programa de Seguridad Ciudadana de WOLA. “La comunidad internacional debe unirse al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, para convocar a nuevas elecciones, bajo supervisión internacional cuidadosa e imparcial, para garantizar al pueblo hondureño que un presidente ha sido seleccionado a través de un proceso genuinamente justo”, dijo ella.
Hasta la fecha, al menos 17 personas han sido asesinadas en manifestaciones en todo el país desde el día de las elecciones, y cientos más detenidas. “Instamos a las autoridades hondureñas a que actúen con moderación y defiendan el derecho de los hondureños a reunirse pacíficamente y respetar los derechos humanos de la ciudadanía”, dijo Beltrán.
