(Foto AP/Ramon Espinosa)
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Washington, DC—El gobierno del presidente Trump anunció hoy que implementará nuevas medidas que permitirán juicios contra algunas entidades y firmas cubanas que usan propiedades confiscadas durante la revolución de 1959. En 30 días, la administración decidirá si ampliará la lista y posiblemente hará que los inversionistas extranjeros y estadounidenses en Cuba puedan ser sujetos a demandas. Geoff Thale, el Vicepresidente para Programas en la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), emitió la siguiente declaración:
“Con este anuncio, la administración de Trump envió un mensaje amenazador a los países y empresas que invierten en Cuba. El hecho de que la administración revisará esta decisión en 30 días crea una incertidumbre significativa para las empresas estadounidenses y extranjeras sobre sus futuras inversiones en Cuba. Esta incertidumbre y caos es fundamentalmente perjudicial para los intereses de los Estados Unidos en una Cuba más abierta, así como para nuestros intereses comerciales.
“La política exterior de Trump parece querer castigar a Cuba cuando lo que nos conviene es normalizar esta relación. Estamos en un momento en que Cuba está viviendo un importante proceso de reforma interna gradual; no es un momento en que el gobierno de los EE.UU. debería estar aumentando las hostilidades, lo cual solamente intensifica la mentalidad de asedio en la isla y refuerza el argumento de aquellos dentro del gobierno cubano que quieren resistir el proceso de reforma interna. Deberíamos buscar una estrategia inteligente que enfatice el compromiso y una relación normal con Cuba, que nos permita hablar con el gobierno cubano sobre los problemas de política exterior. En su lugar, estamos promoviendo un enfoque vengativo que castiga al pueblo cubano y crea caos e incertidumbre para los negocios estadounidenses y cubanos, y adicionalmente complique relaciones con nuestros aliados”.
