WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas

AP Photo/Ernesto Vargas

10 Oct 2020 | Pronunciamiento conjunto

28 organizaciones reafirman preocupación ante aparente decisión de dificultar importación de diésel a Venezuela

Hoy en día, Venezuela enfrenta una profunda crisis económica y humanitaria que tiene sus raíces en el desmantelamiento del Estado de derecho perpetrado por el actual grupo en poder, mediante la destrucción del orden legal, institucional y patrimonial, años de corrupción y mala gestión. Teniendo esto en cuenta, las organizaciones firmantes vemos con inquietud la posibilidad de que el levantamiento de las exenciones que permiten la importación de diésel pueda agravar el impacto de la crisis humanitaria en la población venezolana.

El 1 de septiembre, un grupo de 115 organizaciones e individuos de la sociedad civil en Venezuela y Estados Unidos publicamos una carta abierta al Secretario de Estado Mike Pompeo y al Secretario del Tesoro Steve Mnuchin, para expresar nuestra preocupación por las posibles consecuencias de dicha medida. Un mes después, no hemos recibido una respuesta oficial y todo parece indicar que se está avanzando con la implementación de estas nuevas restricciones al intercambio de combustible con Venezuela. Ante esta situación, las 28 organizaciones firmantes expresamos de nuevo nuestra profunda preocupación por las consecuencias devastadoras que esta medida tendría en la población venezolana, sin efecto alguno además para contribuir a superar el conflicto político que hoy afecta al país.

En Venezuela, la importación de diésel es la principal fuente de combustible para la generación de electricidad y para el transporte de bienes básicos, incluyendo alimentos, medicinas y suministros humanitarios. El agravamiento de estos ya escasos servicios y bienes básicos tendría consecuencias profundas para las poblaciones más pobres que ya están en una situación extremadamente vulnerable, así como en la acción de organizaciones humanitarias que proveen asistencia. Cortar el acceso al diésel podría devastar una cadena logística que ya está debilitada, en medio de una crisis humanitaria y las restricciones adicionales asociadas con la pandemia. Con base en estas premisas, reafirmamos nuestra preocupación ante algunos de los efectos negativos que tendría esta medida, entre ellos:

  • Casi todas las clínicas privadas y algunos hospitales públicos del país usan plantas eléctricas de respaldo, las cuales dependen del diésel. Con menos diésel, estos centros de salud podrían ver paralizadas sus actividades, en medio de la actual crisis sanitaria causada por la pandemia de la COVID-19.
  • Para 2018, el consumo de diésel se concentraba en el transporte de carga (85%) y de pasajeros (15%). Más del 70% de la población depende del transporte público para movilizarse, incluso para adquirir alimentos y para recibir atención médica. De no haber diésel, las personas de menores recursos serán las más afectadas.
  • Los vehículos de carga pesada dependen del diésel para el traslado de insumos desde los puertos y aeropuertos a las ciudades, e igualmente para el transporte de animales vivos, cerdos, aves y ganado, hacia los mataderos industriales. De no haber diésel podría producirse una paralización del transporte de carga, afectando el traslado de insumos indispensables para la supervivencia de millones de familias venezolanas.  

La evidencia muestra que las sanciones generales impuestas han agravado la situación económica del país, mientras que parecen no haber afectado de manera definitiva a la elite gobernante. Por el contrario, estas amplias sanciones han contribuido a diezmar la capacidad de respuesta de los ciudadanos a los abusos del poder al profundizar la situación humanitaria de la población venezolana, mientras que estas élites parecen estar más afianzadas en el poder.

En base a lo anterior y previendo las probables consecuencias negativas de estas nuevas restricciones al acceso al combustible diésel, las organizaciones firmantes exhortamos nuevamente al gobierno de EE.UU. a seguir impulsando con compromiso una transición democrática, pacífica y negociada en Venezuela y a mantener las exenciones para la importación de diésel, con el fin de evitar las graves consecuencias que esta medida podría tener en la profundización del sufrimiento humano en el terreno.

Organizaciones firmantes:

  1. Acción Solidaria, Venezuela
  2. Movimiento Ciudadano Dale Letra, Venezuela
  3. Fundación Aguaclara, Venezuela
  4. Fe y Alegría, Venezuela
  5. Centro de Justicia y Paz (CEPAZ), Venezuela
  6. La Fundacion de Lucha Contra el Cancer de Mama (FUNCAMAMA), Venezuela
  7. Clima21 – Ambiente y Derechos Humanos, Venezuela
  8. Promocion Educacion Defensa en Derechos Humanos (PROMEDEHUM), Venezuela
  9. Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA), Venezuela
  10. Observatorio Global de Comunicación y Democracia, Venezuela
  11. AlertaVenezuela, Venezuela
  12. Meals4Hope – Alimentando Esperanza, Venezuela
  13. EXCUBITUS Derechos Humanos en Educación, Venezuela
  14. Acceso a la Justicia, Venezuela
  15. Prepara Familia, Venezuela
  16. Civilis Derechos Humanos, Venezuela
  17. Codevida – Coalición de Organizaciones por los derechos a la salud y la vida, Venezuela
  18. Una Ventana a la Libertad, Venezuela
  19. Espacio Público, Venezuela
  20. Reunificados ORG, Venezuela
  21. Fundación Tierra Viva, Venezuela
  22. Labo Ciudadano, Venezuela
  23. CODEH Moyobamba San Martin, Perú
  24. Asociación Centro Loyola Ayacucho, Perú
  25. Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú (CNDDHH), Perú
  26. Servicio Educativo para el Desarrollo y la Solidaridad (SEDYS), Trujillo, Perú
  27. Asociacion Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP), Ayacucho, Perú
  28. Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), United States