Washington, D.C.—Un nuevo informe publicado por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) revela que, a pesar de que la crisis económica en Venezuela empezó antes de las primeras sanciones estadounidenses en 2017, estas medidas “directamente contribuyeron al descenso grave, y a la deterioración más extensa de la calidad de vida de los venezolanos.” El informe de 53 páginas, escrito por el economista venezolano Luis Oliveros, investiga cómo las sanciones estadounidenses han impactado varios sectores en el país, incluso su ya deteriorada industria petrolera, las importaciones de alimentos, medicina, combustible, y el trabajo de organizaciones humanitarias y no gubernamentales.
El informe completo de Oliveros, un economista de la Universidad Central de Venezuela en Caracas, utiliza cálculos propios, datos no oficiales, y cifras disponibles al público con el fin de describir el impacto de las sanciones desde 2017. El informe completo está disponible aquí en Español, con resúmenes también disponibles en Inglés y Español. Los puntos claves incluyen:
El informe concluye que el gobierno estadounidenses debe reconsiderar las sanciones y restringir su utilización en vista de la emergencia humanitaria en Venezuela. Mientras las élites económicas, políticas, y militares que apoyan el gobierno autoritario de Venezuela parecen estar aisladas de los efectos de estas sanciones, las sanciones están cobrando un precio cada vez mayor a la población del país.
“Los datos en el informe de Oliveros son claros. Venezuela ya estaba sufriendo una crisis hace años debido a la corrupción y mala gestión de la economía, y entonces en 2017 las sanciones sectoriales estadounidenses extendieron y aceleraron este descenso. Aunque la crisis humanitaria de Venezuela es mucho peor que en 2017, el país no parece más cerca a una necesaria solución pacífica y democrática. Ya es hora de que el gobierno de los Estados Unidos reforme su régimen de sanciones de una manera que alivie la crisis humanitaria y contribuya más efectivamente a un retorno a la democracia,” dijo Geoff Ramsey, el Director para Venezuela de WOLA.
WOLA, una organización de investigación e incidencia dedicada a avanzar un negociado acuerdo político que promueva elecciones libres y justas en Venezuela, repetidamente se ha juntado con la sociedad civil venezolana para expresar sus preocupaciones sobre el impacto de las sanciones estadounidenses en el país. El 1 de septiembre, WOLA se juntó con 115 organizaciones e individuales venezolanos para urgir al gobierno de los Estados Unidos abstenerse de ampliar las sanciones para restringir el flujo del diésel en el país.
“Funcionarios estadounidenses pensaban que estas sanciones eran medidas de corto plazo que provocarían una rápida transición democrática. Pero han perjudicado más a la gente que al gobierno, y de esta manera han fortalecido a Maduro. Ya es hora de que Estados Unidos reconsidere estas sanciones” dijo el Asesor Principal David Smilde de WOLA.