Desde el lunes 15 de noviembre Cuba abre nuevamente sus puertas para mostrar la vitalidad de una monumental obra colectiva y celebra su reapertura económica despues de un duro periodo de cierre impuesto por la Covid19. La “Llave del Golfo”, título que data desde el siglo XVIII, o la “Perla de las Antillas”, como se le denominó desde el siglo XIX, reinicia sus operaciones turísticas en un envidiable escenario rodeado de un fabuloso clima tropical, que en noviembre oscila entre 27 y 30 grados centígrados y constantemente refrescado por fugaces corrientes de brisa marina que invitan a disfrutar de uno de los paraísos tropicales más seguros y ambientalmente mejor conservados.

Esta exquisita combinación de la riqueza de mágicas playas de arena blanca, un radiante sol tropical con un despejado y vibrante cielo azul que se funde con el intenso turquesa marino y una sociedad que invita a adentrarse a conocerla, es la propuesta para cualquiera que desee ver a una Cuba desde dentro. La reapertura es tambien el banderillazo de salida para más de seiscientos mil estudiantes de primaria y secundaria que se reincorporan a sus centros educativos después de ocho meses de una segunda ausencia. Ese reencuentro de maestros y estudiantes bajo estrictos protocolos de seguridad sanitaria que impone la nueva normalidad ha sido gracias al extenso proceso de vacunación. Con información diaria hacia su ciudadanía sobre el impacto de la Covid19, datos sólidos, la “Mayor de las Antillas” ha sido el primer país del mundo en iniciar la vacunación pediátrica a partir de los dos años de edad con las vacunas SOBERANA 02 y ABDALA, logro que solo es posible bajo una apuesta institucionalidad para priorizar a la niñez.

Esta reapertura económica, y social, solo es posible bajo el éxito de políticas de salud. De acuerdo a datos públicos, hasta noviembre, Cuba administró cerca de veintiseis millones y medio de dosis, cubriendo un esquema de vacunacion completo a cerca de ocho millones de habitantes, que representan alrededor del 70% de la población cubana, teniendo como prioridad la educación y la investigacion científica, demostrable en el resultado de tres reconocidas vacunas: SOBERANA 02, SOBERANA Plus y ABDALA. Este es un logro sin precedentes para América Latina y para un país bloqueado y con muy escasos recursos materiales.

Cuba es un tema de interés para amplios sectores progresistas, humanistas y latinoamericanistas y democráticos. Para El Salvador la solidaridad cubana ha sido palpable en diferentes capítulos de nuestra historia, desde el restablecimiento de cientos de heridos y lisiados de guerra del pasado conflicto armado, el apoyo solidario y decidido de brigadas médicas cubanas en el auxilio tras cruentos terremotos, el combate al dengue, torrenciales tormentas tropicales que asolaron nuestro territorio, la superación de buena parte del analfabetismo, la formación gratuita de más de un millar de profesionales -especialmente médicos-, así como la recuperación de la vista a decenas de miles de salvadoreños mediante la “Operación Milagro”.

En medio de transformaciones, desde septiembre de 2021, han sido creadas más de 400 micro, pequeñas y medianas empresas; 250 enviaron en noviembre una carta al presidente Biden demandando levantar las sanciones económicas impuestas por el expresidente Trump, para volver a las políticas de acercamiento iniciadas por el expresidente Obama y respaldadas en aquella oportunidad por Biden como vicepresidente y luego como candidato presidencial. En la actualidad esa misma demanda de apertura cuenta con apoyos de prestigiosas instituciones como WOLA (Washington Office on Latin America), CDA (Center for Democracy in the America), ACERE (Alianza para el Acercamiento y Respeto a Cuba), mientras Carlos Saladriaga de CSG (Cuba Study Group) con sede en Miami expresó: “hemos recomendado a la administracion Biden retomar la iniciativa con Cuba (…) y la necesidad de la normalización de las relaciones entre EEUU y Cuba”.

Desde 1992, la Asamblea General de la ONU adoptó 29 resoluciones que piden poner fin al bloqueo de EE.UU. sobre Cuba. En la última de junio de 2021, 184 países se pronunciaron de manera abrumadora, en contra solo quedaron EEUU e Israel y se abstuvieron Colombia, Brasil y Ucrania. Ningún país merece que las sanciones afecten a sus ciudadanos en ámbitos tan sensibles como la vida, educación, salud, alimentación y las relaciones familiares al limitarse las remesas y, sobre todo, encontrarse. En Cuba, como en cualquier país del mundo, incluyendo El Salvador, son sus ciudadanos quienes deben resolver sus diferencias.