Colombia Acuerdo de Paz NGO y la Oficina en Washington Para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) expresamos nuestra profunda preocupación por la falta de acciones contundentes de parte de las autoridades de Colombia, los EE. UU. y los mecanismos internacionales y regionales, así como organizaciones internacionales y nacionales encargadas de defender la liberta de expresión en el caso del medio La Nueva Prensa.
Como hemos denunciado previamente desde el 2022 se han incrementaron los ataques judiciales y las amenazas contra el equipo de La Nueva Prensa. El 7 de noviembre 2024, la entidad periodística recibió un fallo de desacato por la Juez 11 penal de Barranquilla, en uno de los 29 casos relacionados con el señor Carlos Mattos, quien está cumpliendo una condena de 15 años y medio. Este desacato priva de la libertad, en principio por 3 días o más, a Gonzalo Guillén, periodista y Mauricio Roberto Rodríguez, representante legal y abogado para los casos de Barranquilla, y les impone una multa de cuatro salarios mínimos mensuales vigentes que equivaldrían a $1,360 dólares. Según información de la misma entidad periodística La Nueva Prensa, el individuo privado de la libertad estaría sobornando jueces y magistrados para obstruir, censurar y silenciar su trabajo periodístico. El señor Mattos precisamente cumple condena por estos hechos en Barranquilla (Colombia). Así mismo, el 8 de noviembre Frederikt Barros, abogado suplente que representa La Nueva Prensa en la defensa contra el acoso judicial en varios juzgados de Barranquilla, recibió un atentado a bala.
Nuestras organizaciones han denunciado en repetidas ocasiones el acoso judicial y el riesgo alto de seguridad que enfrenta el equipo de La Nueva Prensa a las autoridades de Colombia y los EE. UU. y las entidades regionales y organizaciones dedicadas a defender el derecho de la libre expresión y el periodismo. No hemos visto acciones fuertes y contundentes en este asunto. Nos preocupa que la falta de acción esté facilitando el continuo y sistemático ataque, poniendo en riesgo las vidas de los miembros de La Nueva Prensa y sus familiares.
Por esta razón, exigimos que cese la persecución judicial, la censura y otros acosos frente este medio y quienes laboran en él o lo representan, y que las autoridades, mecanismos y organizaciones pongan un alto al injusto acoso judicial que enfrentan, garanticen la seguridad del equipo y sus familiares e investiguen y sancionen a los responsables de esta campaña de desprestigio contra La Nueva Prensa.