WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas
25 Oct 2016 | Análisis

Desmintiendo los mitos sobre la “Ideología de Género” en Colombia

Background 

Artículo escrito por Gimena Sanchez-Garzoli, Coordinadora Principal de los Andres de WOLA y Cristina Camacho, becaria del programa de Colombia en WOLA.

Por un margen de menos de 1 por ciento Colombianos votaron “No” en el plebiscito del pasado 2 de octubre; un resultado que sorprendió al mundo entero. El plebiscito proponía adoptar un Acuerdo de Paz entre el gobierno Colombiano y la guerrilla de las FARC. Teniendo en cuenta que el resultado del referendo se presumía como un fuerte “Sí” por todas las encuestas y medios de comunicación, es importante entender las razones por las cuales ganó el “No”. Algunos en la campaña del “No” se aprovecharon del miedo y la intolerancia de la sociedad colombiana, convenciéndolos de que el Acuerdo de Paz se dispone a avanzar una supuesta “Ideología de Género.” Se refiere al enfoque diferencial y de género que está incluido en el Acuerdo – hecho que ha sido aplaudido por la comunidad internacional.

Es importante desmentir los mitos de esta “Ideología de Género” promulgados por los del “No”, ya que no se debe tomar ninguna decisión basada en mentiras y desinformación.

Mito 1: “Se está imponiendo una ideología de género de la ONU”

El Acuerdo no busca imponer una ideología de género. Lo cierto es que busca proteger los derechos humanos de las mujeres y la población LGBTI, ya que ellos han sido desproporcionadamente afectados por el conflicto, y han sido víctimas de riesgos específicos con consecuencias particulares durante el conflicto. Es un esfuerzo que se hizo con el apoyo de la ONU, y cumple con la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), la Resolución de Beijing, la Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 1325, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, y numerosos otros hitos internacionales. También sigue el marco normativo de la Constitución Colombiana y varias leyes nacionales colombianas. Tanto la Corte Constitucional como el Código Penal han definido que los casos de intolerancia y discriminación relacionados a sexo u orientación sexual, son delitos de mayor punibilidad. Por esta razón se incluye un enfoque diferencial y de género en el Acuerdo, con el propósito de asegurarse de que sus necesidades e intereses particulares se tomen en cuenta.[ii]

Mito 2: “Sólo se incorporó la agenda de feministas y no de las mujeres con roles tradicionales”

Se incorporaron los derechos e intereses de las mujeres, a través de la subcomisión de género en la Habana. La subcomisión se creó a partir de la presión de varias organizaciones civiles de mujeres, frente a la falta de representación femenina entre los negociadores del gobierno y las FARC. Sirvió como plataforma para darles voz tanto a las mujeres víctimas como mujeres combatientes y expertas de género extranjeras. Contó con la participación extensa de la sociedad civil para identificar los temas de género más importantes e integrarlos en el Acuerdo. Se presentaron delegaciones de víctimas, de las cuales el 60% fueron mujeres, y 18 organizaciones de mujeres y LGBTI colombianas. Dieron sus recomendaciones expertas colombianas en violencia sexual, exguerrilleras de Sudáfrica, de Irlanda del Norte, Guatemala, El Salvador, Indonesia, Uruguay, y Colombia. Además hubo un acompañamiento permanente de expertas de Colombia, Cuba, y Noruega, y también de la ONU[iii]. Las delegaciones de representantes afrodescendientes e indígenas de la Comision Étnica para la Paz y la Defensa de los Derechos Territoriales a Cuba para dialogar con la mesa de paz abogaron por inclusión de la participación y garantías a los derechos de las mujeres afrodescendientes e indígenas.

El enfoque de género en el Acuerdo está basado sobre las opiniones y recomendaciones dadas por esta amplia gama de participantes. Las provisiones especiales se enfocan principalmente en apoyar a las mujeres rurales y víctimas. Existen en los puntos del acuerdo final 1 (reforma rural integral), 2 (participación política), 4 (drogas), y 5 (víctimas), provisiones especiales para las mujeres. Entre estos se les garantiza a las mujeres el acceso a tierras, derechos sociales económicos y culturales, participación y representación política, medidas de prevención contra los riesgos específicos, acceso a la verdad, justicia y no repetición, gestión institucional para fortalecer las organizaciones de mujeres, y la desagregación de información por género. También se estipula la creación de un grupo de trabajo de género dentro de la “Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición” para mostrar cómo el conflicto afectó diferencialmente a las mujeres.[iv]

Mito 3: “Los crímenes de lesa humanidad quedaron impunes”

Falso. El punto 5 del Acuerdo Final deja claro que los crímenes de lesa humanidad no son amnistiables dentro del marco de la Jurisdicción Especial para la Paz. En la página 133, punto 25, dice “hay delitos que no son amnistiables ni indultables de conformidad con los números 40 y 41 de este documento. No se permite amnistiar los crímenes de lesa humanidad, ni otros crímenes definidos en el Estatuto de Roma.” La subcomisión de género logró que entre estos crímenes no amnistiables se incluyera el acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual. Dentro de la Unidad de Investigación y Acusación se estipula la creación de un equipo de investigación especial para casos de violencia sexual (página 149).

Mito 4: “¿Si los que pelearon la guerra fueron hombres, por qué incluir a las mujeres?”

Porque las mujeres han sido víctimas desproporcionadas de la guerra. El Auto 092 del 2008 de la Corte Constitucional de Colombia encuentra que en el marco del conflicto armado, las mujeres han sido expuestas desmedidamente a ciertos riesgos específicos de género. Entre otros están la violencia sexual, la esclavización para ejercer trabajo doméstico, el reclutamiento forzado de sus hijos por actores armados ilegales, el asesinato o desaparición de su proveedor económico, y el desplazamiento forzado. Según la Red Nacional de Información, las mujeres han sufrido más que los hombres el desplazamiento forzado, violencia sexual, y amenazas. Han sufrido en similar cantidad el despojo forzado de tierras y el homicidio. Además, las mujeres forman el 40% de las FARC y eso requiere una consideración especial en el Acuerdo especialmente en temas de reintegración y participación política. Algunas de estas mujeres también sufrieron violaciones a sus derechos sexuales y reproductivos. Muchas veces tuvieron que separarse de sus hijos y dejarlos bajo el cuidado de alguien más[v]. Los derechos y condiciones especiales de estas mujeres también se deben tomar en cuenta para garantizar una condición de igualdad.

Mito 5: “Nuestros hijos e hijas serán homosexuales”

Es falso que el Acuerdo busque imponer una “ideología de género” que promueve la homosexualidad, o busque afectar la identidad u orientación sexual de los niños. En cambio, buscan crear un ambiente de igualdad y no discriminación en Colombia, donde las diferencias no sigan siendo causa de violencia. El mito se creó a partir del escándalo que acompañó a la exministra de educación Gina Parody, una mujer lesbiana, luego de la publicación de un documento que se interpretó como una campaña del Ministerio de Educación para avanzar una “ideología de género” y obligar a los colegios a incluirla en sus manuales de convivencia. El documento, titulado “Ambientes Escolares Libres de Discriminación”, es una guía escrita en conjunto con la ONU que da recomendaciones prácticas a los colegios de cómo abordar los temas de identidad y orientación sexual con sus estudiantes para evitar la discriminación. La guía se hizo a partir de una orden de la Corte Constitucional de revisar los manuales de convivencia de los colegios, tras el suicidio del joven Sergio Urrego, quien fue víctima de ataques homofóbicos[vi]. La designación de Gina Parody como líder de la campaña pedagógica para el Sí, llevó a varios a asociar su nuevo rol con dichas cartillas, y pensar que seguía buscando imponer la llamada “ideología de género.” Finalmente, la población LGBTI es una categoría de victimas que han sufrido violencias y ataques específicos de parte de los grupos armados debido a su orientación sexual y género y esto debe reconocerse y sanarse para que se pueda como dice William Castañeda de Caribe Afirmativo “alcanzar una sociedad libre de discriminación y con derechos iguales para todos y todas.” En este sentido Colombia es un ejemplo para el resto del mundo[vii].

Mito 6: “El acuerdo promueve el aborto”

El Acuerdo final ni siquiera incluye la palabra “aborto”. El enfoque de género, como ya se explicó, tiene como propósito garantizar la igualdad de derechos y condiciones de vida a las mujeres y miembros de grupos LGBTI. Es posible que dentro de las garantías de protección y prevención de riesgos específicos, o derechos económicos, sociales y culturales, estén incluidos también los derechos sexuales y reproductivos de la mujer. Sin embargo, el Acuerdo no hace ninguna mención al aborto.

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[ii]https://www.unidadvictimas.gov.co/sites/default/files/documentosbiblioteca/mujeres.PDF
[iii]http://equipopazgobierno.presidencia.gov.co/prensa/declaraciones/Paginas/abc-preguntas-respuestas-enfoque-genero-acuerdos-paz-habana-colombia.aspx
[iv] https://www.mesadeconversaciones.com.co/comunicados/comunicado-conjunto-82-la-habana-cuba-24-de-julio-de-2016
[v] http://colombia2020.elespectador.com/politica/estamos-creando-el-feminismo-en-las-farc-victoria-sandino
[vi] http://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-357802.html
[vii] http://www.washingtonblade.com/2016/09/29/acuerdo-de-paz-colombiano-incluye-la-poblacion-lgbti/