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3 Oct 2011 | Análisis | News

La vieja guardia sigue al mando, pero el cambio está en marcha en Cuba

El Partido Comunista de Cuba concluyó en abril su primer Congreso en 15 años. Este Congreso aprobó un importante conjunto de reformas económicas y abrió la discusión sobre las funciones del partido en sí. Debido a que en Cuba solamente existe un partido, las decisiones tomadas por el Congreso son de hecho implementadas, y ellos confirman que el proceso de cambio evolutivo está a camino en Cuba-algo que Estados Unidos debería tomar en cuenta en su política con la isla. 

Muchos reportes están enfocados en Raúl Castro, su reciente confirmación como cabeza del partido y la sorpresiva aparición de un envejecido pero aún vigoroso Fidel Castro. También hubo una discusión sobre el nombramiento de un segundo jefe, el veterano Machado Ventura, en lugar de una figura más joven. Pero las cuestiones de bajo perfil son más importantes para el futuro de Cuba.

El Congreso aprobó más de 300 propuestas en materia de cambios económicos. Mientras en detalle, las propuestas están aun por publicarse, sus trazos son claros. Hace varios meses, oficialistas del partido comenzaron a circular reformas en discusiones internas. Los líderes cubanos alegan que las propuestas fueron ampliamente discutidas y más de dos tercios fueron modificados como resultado de la retroalimentación de las reuniones en la comunidad y lugares de trabajo. Cuando las propuestas sean aprobadas por la Asamblea Nacional de Cuba e implementadas por el gobierno, la economía comenzará a moverse hacia un modelo nuevo y aun no probado-uno en que el Estado sigue siendo el actor principal, pero deja de ser el único actor. Cooperativas, pequeños negocios y trabajadores por cuenta propia constituirán entre el 20 y 25 por ciento de la fuerza laboral. La planificación central se verá reducida y los servicios sociales patrocinados por el gobierno serán más limitados que en el pasado.

En el contexto cubano, estos son cambios dramáticos. Mientras el país busca saltar a una economía mixta pero dirigida por el Estado, el camino a la reforma no será fácil y Cuba debe adelantarse prudentemente. Sin embargo, las decisiones del Congreso dejan claro que Cuba avanzará.

Políticamente, el Congreso ha abierto el debate sobre cómo funciona el partido. Raúl Castro fue confirmado como líder del mismo, y otro veterano de la Revolución Cubana fue asignado para la segunda posición. Pero en este discurso de apertura en el Congreso, Raúl Castro pidió a los líderes del partido límites en el mandato y que el Comité Central esté conformado por un grupo diverso de jóvenes. Esto en miras al cambio generacional del liderazgo cubano. El Congreso estuvo de acuerdo en que más adelante se realice una conferencia que examine cómo funciona el partido en sí, tal vez abriendo un espacio de auto crítica y debate interno. Y en la misma línea de reflexión, este interés llega justo un ano después que el gobierno cubano haya liberado la mayoría de sus prisioneros políticos en cárceles cubanas, y demostrado un poco más tolerancia por la disidencia.

Lo que este Congreso apunta es que Cuba se está desenvolviendo, aunque lentamente e imperfectamente, hacia una economía mixta y un modelo político abierto que incluye gran tolerancia por los diferentes puntos de vista. Los críticos dirán que estos cambios no son suficientes- “reformas cosméticas” es la frase que más escucharemos- y no hay duda de que, desde una perspectiva de derechos humanos, aun existirá mucha crítica en Cuba por los próximos años. Sin embargo es claro que el sistema político y económico del país está evolucionando, aunque de manera desigual, lo que es positivo para el pueblo cubano.

Desafortunadamente no podemos decir lo mismo de la política estadounidense hacia Cuba. Mientras que Cuba parece estar caminando hacia un proceso de cambio, el embargo de EE.UU. con Cuba-la prohibición del comercio, las restricciones de viaje, y las regulaciones bancarias que afectan a países terceros-parecen estar arraigados en su lugar. El Presidente Obama ha permitido que los cubano-americanos viajen libremente a Cuba y ha mencionado su intención de facilitar la visita de grupos educativos a la isla. Sin embargo, los lineamientos para implementar tales medidas aun no han sido anunciados, y no existen otros cambios significativos en el horizonte.

Es un giro irónico que Cuba se movilice más rápido hacia el futuro que la política de los Estados Unidos. 

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Geoff Thale es el director de programas en WOLA. Sr. Thale ha estudiado asuntos cubanos desde los mediados de los años 90, ha viajado a Cuba en múltiples ocasiones, y ha organizado delegaciones de académicos y miembros del Congreso para viajar a la isla.