Más Allá de la Escalada de Seguridad: La Seguridad y los Migrantes a lo Largo de la Frontera entre EE.UU. y México es el producto de una investigación de un año, acerca del impacto de las políticas de seguridad de los Estados Unidos y México a lo largo la frontera conducida por WOLA y el Colegio de la Frontera Norte (COLEF) de México.
La investigación señala en sus descubrimientos una escalada dramática en las medidas de seguridad fronteriza de los Estados Unidos—se ha quintuplicado el tamaño de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., se ha dado un nuevo e inusual rol doméstico a los militares, se han desplegado Sistemas Aéreos No Tripulados (mejor conocido como drones) y otras tecnologías sofisticadas y se han construido cientos de kilómetros de muros—todo esto sin una repercusión clara en la seguridad. Por ejemplo, la investigación descubrió que a pesar de la escalada dramática en las medidas de seguridad fronteriza de los Estados Unidos, nunca ha habido mayor cantidad de drogas cruzando la frontera.
La investigación también revela que las medidas de seguridad fronteriza que fueron diseñadas para combatir al terrorismo y al tráfico de drogas están causando una crisis humanitaria y poniendo a los migrantes en aun más peligro. Es común que bajo la custodia de los Estados Unidos, los migrantes sufran abuso y maltrato, y también, actualmente, enfrentan un más alto riesgo de morir en el desierto. Los migrantes también se están enfrentando a prácticas de deportación de EE.UU. que los ponen en peligro. Por ejemplo, pueden ser deportados, por la noche, a ciudades en México que se encuentran a cientos de kilómetros de donde fueron detenidos. Estas “repatriaciones laterales” envían a migrantes a las ciudades más conflictivas en la frontera mexicana, donde pueden volverse presos de—o ser reclutados por—grupos criminales que poseen un control de facto sobre el área. Cada año, hasta 20,000 migrantes son secuestrados en México, y muchos más sufren de otros tipos de abusos.
WOLA determinó que cualquier incremento en la presencia de seguridad de EE.UU. producirá rendimientos decrecientes. A diferencia de la opinión común, el estudio encontró que hay una reducción marcada en cruces migratorios. Desde 2005, el número de migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza ha caído en un 61%, un nivel que no se ha visto desde la presidencia de Richard Nixon. Hoy en día, veinte personas son aprendidas por cada agente de la Patrulla Fronteriza por año, a diferencia de 300 en el año 1992.
Finalmente, la investigación revela que la violencia en México no está derramándose al otro lado de la frontera. Con la excepción de algunos incidentes notorios, el lado estadounidense de la frontera sufre menos crímenes violentos que el promedio de EE.UU., o incluso el promedio de los cuatro estados fronterizos. WOLA recomienda que en vez de continuar invirtiendo en medidas de seguridad fronteriza, el gobierno estadounidense reconsidere qué está y qué no está funcionando para poder crear una estrategia comprensiva que combata a los verdaderos peligros al tiempo que respete los derechos humanos de los migrantes.