Los más altos funcionarios de la política de drogas de la región se reunieron del 29 de abril al 1º de mayo en Washington, DC para una reunión de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la Organización de Estados Americanos. Así como en la Comisión de Estupefacientes (CND) de las Naciones Unidas, el ritual bianual se ha caracterizado por interminables discursos oficiales sobre lo que los países están haciendo para “combatir el flagelo” de las drogas ilícitas. Sin embargo, una lenta evolución en la naturaleza propia de estas reuniones ha sido evidente. Un aumento en el número de sesiones enfocadas en asuntos temáticos y la inclusión de más expertos independientes en esas sesiones han hecho de la reunión algo más interesante. En ciertos momentos, una sensación de un debate significativo era percibida. Pero las reuniones de la CICAD continúan reflejando la profunda división en el hemisferio sobre la reforma de la política de drogas y aún continúa poco claro el rol que los países de América Latina y el Caribe van a jugar en el proceso hacia la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre drogas (UNGASS) de 2016.