WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas
26 Feb 2016 | Análisis

Nuevos arreglos locales de repatriación entre México y EE.UU. son un paso adelante

El 23 de febrero de 2016, los gobiernos de los Estados Unidos y de México anunciaron la finalización de nuevos arreglos locales de repatriación para regular el retorno de los migrantes mexicanos en nueve puntos de entrada a lo largo de la frontera. Los acuerdos representan importantes esfuerzos de ambos gobiernos para establecer los procedimientos para restringir muchas de las prácticas que afectan negativamente a esta población vulnerable.

En los últimos años, WOLA ha puesto un enfoque en las prácticas de repatriación que ponen a los migrantes mexicanos en grave riesgo, incluyendo el retorno de los migrantes en medio de la noche a algunas de las ciudades más peligrosas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México y la falta de devolución de las pertenencias esenciales de los migrantes, incluyendo documentos de identificación, dinero y teléfonos celulares.

Deteniendo las deportaciones nocturnas

Una encuesta hecha por investigadores de la Universidad de Arizona en 2013 a migrantes mexicanos repatriados reveló que casi uno de cada cinco de ellos fue deportado entre las 10:00 p.m. y las 5:00 a.m. Como la mayoría de los albergues para migrantes, los servicios de transporte, financieros o de otro tipo están cerrados durante la noche, buscar un lugar seguro para dormir, comunicarse con la familia y acceder a servicios es difícil y durante la noche es incluso peligroso. Las deportaciones nocturnas también ponen migrantes en mayor riesgo de robo, extorsión y secuestro—riesgos que se agudizan cuando los migrantes son deportados por la noche a ciudades donde operan los grupos criminales.

En una reunión de julio de 2014 del Grupo Ejecutivo de Políticas de Repatriación, ambos gobiernos anunciaron cambios importantes para hacer frente a este problema. Se acordaron realizar repatriaciones “principalmente durante las horas de día” y explorar maneras de mejorar “la gestión de las pertenencias de los mexicanos repatriados”. Los arreglos locales de repatriación renegociados reflejan un continuo esfuerzo por cumplir con estos compromisos. Aunque los horarios varían en función del sector y la temporada, ahora sólo se llevarán a cabo la repatriación de mexicanos entre las 5:00 a.m. y 10:00 p.m. Existe horarios modificados para los grupos más vulnerables, incluidos los niños no acompañados, mujeres embarazadas, ancianos y las personas con problemas médicos u otras necesidades especiales.

Devolución de las pertenencias de los migrantes

A menudo, como los migrantes se desplazan a través de múltiples agencias federales en el proceso de detención y deportación, sus posesiones son tomadas y no devueltas. El estudio de la Universidad de Arizona encontró que el 39 por ciento de los migrantes reportó la pérdida de sus bienes durante estos procesos, incluyendo dinero en efectivo y tarjetas de crédito o débito, documentos de identificación y teléfonos celulares. Sin éstos, los migrantes pueden quedar varados y vulnerables en ciudades fronterizas desconocidas y posiblemente peligrosas, y no pueden viajar en autobús, acceder a sus fondos financieros o comunicarse con sus contactos. También los migrantes han sido detenidos y extorsionado por la policía local por falta de identificación.

Los nuevos arreglos locales de repatriación requieren que las agencias “tomen todas las medidas posibles para asegurar que los bienes, objetos de valor y dinero” que son confiscadas a los migrantes detenidos sean devueltos antes de la repatriación. Este es un paso muy importante para garantizar la seguridad de los migrantes repatriados, ya que su acceso a servicios y redes de apoyo se deteriora sin sus pertenencias esenciales.

La protección de los niños mexicanos migrantes no acompañados

Como WOLA ha documentado, no se concede a los niños mexicanos no acompañados la misma protección que se dan a los niños centroamericanos en virtud de las leyes de EE.UU. En la actualidad, los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (Customs and Border Protection, CBP) se encargan de la realización de las entrevistas de evaluación de los niños mexicanos para determinar si necesitan protección. En la práctica, esto ha significado que la mayoría de estos niños son devueltos a México sin tener la oportunidad de contar su historia a un juez de emigración de EE.UU.

Los nuevos arreglos locales de repatriación reflejan un importante reconocimiento de ambos gobiernos de la necesidad de defender adecuadamente a estos niños y establecer un proceso de repatriación segura y ordenada para aquellos que son regresados a México. Los nuevos acuerdos hacen referencia a la Ley de Reautorización para Protección de Víctimas de Tráfico del 2008 (Trafficking Victims Protection Reauthorization Act, TVPRA), y especifican los requisitos para la protección de los niños establecidos en esta ley. Los nuevos arreglos también se refieren a la aplicación por los oficiales consulares de México en el Protocolo para la Atención Consular de Niñas Niños y Adolescentes Migrantes no Acompañados. Este protocolo, que fue desarrollado en 2015 por el gobierno mexicano y el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF), tiene como objetivo mejorar las entrevistas consulares con los menores no acompañados para detectar posibles necesidades de protección internacional u otras áreas que deben ser abordados si el niño es repatriado a México.

La mayor atención a la protección de los niños no acompañados establecido en los arreglos, junto con el propio proceso de la CBP para hacer frente a las recomendaciones formuladas por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (Government Accountability Office, GAO) para mejorar los procedimientos de revisión para los niños migrantes no acompañados, debería mejorar significativamente la capacidad de ambos países a la adecuada evaluación y protección de los niños mexicanos vulnerables.

Otras medidas para proteger a los migrantes en el proceso de repatriación

Los nuevos arreglos locales de repatriación sin duda representan una mejora significativa en cómo los migrantes mexicanos serán repatriados en la frontera. Sin embargo, existen importantes acciones adicionales que deben tomarse para proteger a los migrantes durante este proceso.

1. Los arreglos locales de repatriación incluyen excepciones al horario en el que los mexicanos pueden ser deportados. En estas situaciones, algunos migrantes pueden llegar a ciudades fronterizas mexicanas en el medio de la noche. Una de las excepciones al horario de la repatriación es por “el ritmo operativo.” Aunque no se aclara en los acuerdos, creemos que esto se refiere a situaciones en las que un volumen alto o aumentado de migrantes es alojado por la Patrulla Fronteriza en sus centros de detención de corto plazo. El hacinamiento en estos centros, en particular por los migrantes de otros países que requieren más tiempo para ser procesados, en el pasado ha resultado en deportaciones de mexicanos a cualquier hora—incluso a la mitad de la noche. Esperamos que las agencias de Estados Unidos, al ser implementados los arreglos locales de repatriación, sigan observando los patrones del último año y que las deportaciones nocturnas se conviertan en una rara excepción, en vez de la norma.

2. El documento de base para los arreglos locales de repatriación incluye la preservación de la unidad familiar, esto debe ser una prioridad en la aplicación de cada arreglo local.* Un estudio realizado por la Iniciativa Kino para la Frontera y la Conferencia Jesuita basado en una larga encuesta de más de 350 migrantes repatriados en Nogales, Sonora en 2014 y 2015 se encontró que dos de cada tres (64.6%) de los migrantes encuestados que cruzaron a los Estados Unidos con los miembros familiares y fueron inmediatamente deportados a Nogales fueron separados por la Patrulla Fronteriza de al menos de un miembro familiar durante el proceso de detención y deportación.

La separación familiar aumenta los riesgos para los migrantes deportados, especialmente las mujeres, que se encuentran solas en ciudades fronterizas desconocidas y con frecuencia peligrosas. También, esto introduce dificultades para los migrantes en descubrir a donde a lo largo de la frontera han sido  deportados sus seres queridos. Si bien no se estipula en los acuerdos, instamos a las autoridades estadounidenses al hacer todo lo posible para mantener la unidad familiar durante el proceso de deportación.

Una preocupación relacionada que muchas veces resulta en la separación familiar es la práctica de “repatriación lateral”, oficialmente el Programa de Salida y Transferencia de Extranjeros (Alien Transfer Exit Program, ATEP), en la que los hombres migrantes repatriados, pero no sus familias, son traslados del sector en el que fueron detenidos a otro lugar de la frontera. Aunque esta pasa menos frecuentemente que en el pasado, los migrantes que son repatriados lateralmente son devueltos a lugares desconocidos y sus esposas o familias tienen información limitada sobre su paradero.

3. Los migrantes deportados, en particular las personas que son repatriadas desde el interior de los Estados Unidos, muchas veces son enviados a ciudades desconocidas donde no tienen conexiones de confianza o acceso a recursos.  Estos peligros se agravan en lugares con alta criminalidad y violencia, donde los migrantes pueden ser blancos de grupos de delincuencia organizada. Esto es particularmente preocupante en Tamaulipas, México.

A pesar de que las deportaciones de mexicanos han disminuido significativamente en los últimos años, según la Secretaría de Gobernación (SEGOB), 207,273 mexicanos fueron repatriados a las ciudades fronterizas de México y al aeropuerto de la Ciudad de México en 2015. Aproximadamente el 27 por ciento de los migrantes que fueron repatriados en 2015 fueron enviados a ciudades fronterizas de Tamaulipas. En 2014, el 32 por ciento (77,859) fueron repatriados a Tamaulipas, lo cual fue la cifra más alta de cualquier estado fronterizo mexicano.

En su advertencia de viaje para México de enero de 2016, el Departamento de Estado de EE.UU. citó Tamaulipas como el estado con los niveles más altos de crimen y violencia a lo largo de la frontera del norte. Mencionan las ciudades de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo—que son ciudades receptores de migrantes repatriados— por haber tenido numerosos tiroteos y ataques con explosivos en el último año, aparte de tener uno de los  mayores números de secuestros denunciados en el país.

En su determinación de donde repatriar a los migrantes mexicanos que no fueron detenidos en la frontera, el Departamento de Seguridad Interna (Department of Homeland Security, DHS) debe trabajar con el gobierno mexicano para identificar las ciudades fronterizas que presentan los mayores riesgos y reducir en la mayor medida posible las deportaciones a estas ciudades.

Conclusiones

Los nuevos arreglos locales de repatriación recientes finalizados demuestran un nuevo esfuerzo por parte de ambos países para desarrollar prácticas de repatriación que garantizan la seguridad, la protección y los derechos de todos los deportados, con un énfasis particular en las poblaciones vulnerables y los niños no acompañados. Sin embargo, el verdadero impacto de los nuevos acuerdos se verá en su aplicación. Los gobiernos de EE.UU. y de México deben trabajar para asegurar el pleno cumplimiento, supervisión y presentación de informes sobre los procedimientos de repatriación. Cuando existen excepciones, específicamente con respeto a las deportaciones nocturnas, se deben minimizar la práctica a la menor frecuencia posible. Alentamos también a ambos países que continúen trabajando para asegurar que la repatriación de ciudadanos mexicanos se lleve a cabo en la manera más segura y humana posible.

*Este texto ha sido actualizada para reflejar el hecho de que el Documento de Base de los Arreglos Locales de Repatriación se puso a disposición después de nuestro comentario original fue publicado el 26 de febrero de 2016.