WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas
31 Aug 2012 | Análisis | Noticias

Portuarios afrocolombianos en huelga están atacados por la policía anti-motines

El miércoles, la Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de Colombia atacó físicamente a portuarios afrocolombianos que estaban en huelga en Buenaventura, Colombia. Como resultado del incidente, tres trabajadores recibieron heridos graves y una trabajadora embarazada fue golpeada.

La huelga empezó tras el fracaso de las negociaciones con el Terminal Especializado de Contenedores de Buenaventura S.A. (TECSA), una de las empresas que opera en el puerto. Los trabajadores en huelga han dicho que la empresa no respondió positivamente a ninguna de sus demandas,  a pesar de pasar 20 días en negociaciones. La empresa aprovechó de las negociaciones para paralizar las protestas de los trabajadores y ofrecerles nada por su tiempo.

TECSA es una de las empresas colombianas que a lo largo de muchos años ha usado un sistema indirecto para contratar a trabajadores a través de una “agencia de trabajo temporal”, en vez de emplearlos directamente, con fin de limitar los beneficios que reciben los trabajadores y evitar la sindicalización. A lo largo de muchos años, defensores de los derechos laborales han exigido la eliminación de este sistema de contratamiento indirecto; el Plan de Acción Laboral entre los EE.UU y Colombia también llamó por la eliminación de este sistema. En los primeros meses de este año, a través de presión política se hicieron que TECSA emplee directamente a 110 trabajadores, según los requisitos de la Plan de Acción Laboral. Sin embargo, todavía hay 50 empleados de TECSA  que les faltan contratos directos.

El representante de la Unión Portuaria de Buenaventura recibió amenazas de muerte después de visitar a los EE.UU, donde denunciólas condiciones terribles en que trabajan él y sus colegas. Se estima que 60 porciento de los productos que salen de y vienen a Colombia van por este puerto.

En la Cumbre de las Américas en Cartagena en abril 2012, el Presidente Barack Obama anunció que Colombia había cumplido con los requisitos principales de la Plan de Acción Laboral, permitiendo que  siga adelante la implementación del Tratado de Libre Comercio. Como demuestran los hechos recientes en Buenaventura, este pronunciamiento de Obama fue prematuro; muchos aspectos del plan aún no han sido implementados en una manera concreta. Desafortunadamente, el pronunciamiento tuvo el efecto de debilitar la presión para cambio en los sectores claves de la Plan de Acción Laboral—los puertos siendo uno de dichos sectores claves.

Desde que el Presidente Obama indicó que habían realizado avances significativos en la implementación del plan, Daniel Aguirre, un líder destacado de un sindicato de corteros de caña quien luchaba por la implementación de un aspecto importante del plan en la industria azucarera, fue asesinado a tiros frente su casa, haciendo que otros lideres de dicho sindicato huyan de sus casas.

Sin embargo, Daniel no es la única víctima de represalias contra trabajadores desde el inicio del Plan de Acción Laboral. Desde abril de 2011, cuando el plan fue presentado, se han asesinado a 34 sindicalistas, y 566 han recibido amenazas de muerte. Estos 566 incluyen a los líderes de la Unión Portuaria en Buenaventura y Turbó. El gobierno de Colombia no ha respondido a esta violencia en una forma adecuada.

Aunque la situación en Buenaventura es seria, los trabajadores en el puerto de Turbó también experimentan abusos. WOLA visitó a los trabajadores en Turbó el 28 de julio de 2012. En esta visita fue descubierto que más de 70 trabajadores fueron despedidos desde 2011 por afiliarse con la Unión Portuaria. Personas despedidas que quieren regresar a trabajar por el puerto tienen que firmar contratos que dicen que renuncian toda actividad sindical o no pertenecen a ningún sindicato. Ellos que no firman un documento así, y se quedan sin empleo, están condenados a la pobreza absoluta, ya que hay pocas opciones de empleo en esta región. Unos de los despedidos son los que han trabajado en el puerto por más de 20 y 30 años y que tienen familias de más de cinco personas que dependen de estos sueldos.

Aunque el Ministerio de Trabajo  dijo a ONGs estadounidenses en junio de 2012 que está haciendo todo lo que pueda para obtener contratos directos y respeto por estos sindicatos, estas últimos eventos revelan que todavía existe una resistencia fuerte por parte de las empresas, y que los gobiernos de los Estados Unidos y Colombia tienen que hacer más para asegurar que estas empresas cumplan con el Plan.

Como demuestran los reportes de Turbó, a pesar de los compromisos del Plan de Acción Laboral, las condiciones de trabajo para afrocolombianos siguen siendo extremas, y las empresas que emplean a afrocolombianos rechazan algún acción sindical y discriminan a trabajadores involucrados en dichas actividades. También tememos que este tratamiento es el resultado de prejuicios contra afrodescendientes (y destacamos que un plan de acción entre los EE.UU y Colombia para eliminar acciones racistas contra afrocolombianos también existe, pero parece que su implementación ha sido tan ineficaz que la del el Plan de Acción Laboral).

Las acciones violentas de la policía anti-motines contra trabajadores en huelga sobre temas incluidos en el Plan de Acción Laboral deben estar investigados inmediatamente y hay que condenar a los culpables.

El sábado empiezan de nuevo las negociaciones entre la Unión Portuaria y TECSA. El Ministro de Trabajo Rafael Pardo y representantes de la Embajada de los Estados Unidos deben ir a Buenaventura y mostrar su apoyo para estas negociaciones y su deseo de realizar una resolución pacífica que cumpla con los requisitos de la Plan de Acción Laboral. El Congreso de los EE.UU, el Departamento de Trabajo de los EE.UU, el Representante de Comercio de los EE.UU, el Departamento del Estado de los EE.UU y organizaciones laborales y de sociedad civil deben pedir que el Presidente Juan Manuel Santos, el Ministerio de Labor de Colombia, la Asociación Portuaria de Buenaventura y TECSA garanticen que los portuarios estén protegidos de daño, amenazas de muerte y ataques, y que sus empleadores negocien de buena fe sobre sus demandas legítimas.
 

Para más información, favor de contactar a:
Gimena Sánchez-Garzoli
Coordinadora del Programa para los Andes de WOLA
gsanchez@wola.org
202.797.2171

Dan Kovalik
Consultor General  Adjunto, United Steelworkers
dkovalik@uswa.org
412.562.2518