WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas
18 Sep 2024 | Análisis

Soldados enfrentándose a las personas migrantes: El peligroso precedente del estado de Texas

Desde marzo de 2021 el gobierno del estado de Texas, bajo el mandato del gobernador Greg Abbott (Republicano), ha llevado a cabo la “Operation Lone Star” o OLS, una severa ofensiva contra la migración a lo largo de la frontera de Texas con México. Aunque los aspectos políticos, financieros y jurídicos de esta operación han recibido mucha atención, una cuestión igualmente alarmante ha sido relativamente ignorada: el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y miembros de la guardia nacional de Texas contra civiles en la frontera.  

Las acciones cometidas a lo largo del Río Grande, que van desde disparar proyectiles a migrantes desarmados hasta empujarlos físicamente al otro lado de la frontera, violan casi cualquier estándar de instituciones de seguridad pública y sienta un precedente peligroso para las relaciones cívico-militares en suelo estadounidense. 

El gobernador Abbott y los oficiales que llevan a cabo la OLS clasifican a las personas migrantes—muchas de ellas infantes, familias y personas en busca de refugio o asilo—como “invasores”, validando la operación como una manera para el estado de Texas de defenderse. Con un costo de más de US$11 mil millones de fondos estatales, la OLS ha desplegado a miles de policías estatales y miembros de la guardia nacional, cuyos números aún no han sido revelados. 

La operación ha dado como resultado:

  • Diecisiete fallecimientos de miembros de la guardia nacional, incluyendo por lo menos cuatro suicidios, accidentes de tránsito, un tiroteo accidental y emergencias médicas. 
  •  Más de 46 mil personas migrantes y personas que solicitan asilo han sido arrestados principalmente por cargos de invasión de propiedad resultando a veces en encarcelamiento y separación familiar.
  • Más de 100 millas de alambre de concertina muy afilada han sido instalados a través del Río Grande y ha herido cientos de personas migrantes.
  • Boyas con discos metálicos dentados ubicados en medio del Río Grande.
  • Ciento diecinueve mil cuatrocientas personas migrantes viajan en autobús sin coordinación previa hacia ciudades gobernadas por demócratas a un costo de más de $1,800 por persona. 
  •  Millas de nuevos muros fronterizos construidos a expensas del estado.

A pesar de estas medidas, la OLS no ha disuadido la migración hacia Texas, en comparación a otros estados fronterizos con México.

Un nuevo y preocupante patrón de uso de la fuerza

A WOLA le preocupa un aspecto de la OLS que se ha vuelto más alarmante desde mediados de 2023 especialmente en Eagle Pass y El Paso. Las fuerzas armadas de Texas estacionadas en las orillas del Río Grande,a unos metros del muro fronterizo y la patrulla fronteriza federal, han estado utilizando fuerza “menos letal” en contra de las personas migrantes y personas en busca de refugio desarmadas incluso cuando no existe una justificación de defensa propia.

Este comportamiento es inaceptable y peligroso . Tiene un gran potencial para el abuso de los derechos humanos. Ignora las prácticas adecuadas para el manejo de disturbios y multitudes, escalando innecesariamente  situaciones que no tienen porqué ser causa de conflicto y representa un peligroso uso de las fuerzas armadas en una democracia. 

Incidentes de Abuso Reportados

Los informes de abuso por parte de los cuerpos policiales y miembros de la guardia nacional de Texas bajo la “Operación Lone Star” incluyen disparos de balas de goma y bolas de gas pimienta, golpes y empujones a las personas hacia los alambres de concertina. A menudo,. las personas objetivo se encuentran en el lado mexicano de la frontera de EE. UU., o apenas en el lado estadounidense pero separadas de las fuerzas texanas por capas de alambre de concertina afiladas. Frecuentemente, se trata de familias con infantes y personas que viajan solas en busca de entregarse para solicitar protección en los Estados Unidos. 

Algunos casos notables incluyen:

  • El 5 de agosto de 2024, en Eagle Pass, medios de comunicación locales y videos revelaron que miembros de la guardia nacional de Texas usaron gas lacrimógeno en contra de un grupo de migrantes venezolanos, que incluía tres infantes, tras cruzar el Río Grande. Los videos demuestran que miembros de la guardia dispararon proyectiles hacia la familia desde atrás de las bobinas de alambre de concertina que los separaban. “Después del ataque, los infantes comenzaron a llorar y vomitar”, informaron los medios de comunicación locales. 
  • En agosto de 2024, un representante del refugio para migrantes en El Paso reportó que ha recibido visitantes que hablaron sobre el abuso físico y verbal hacia personas adultas y menores de edad cometidos por las fuerzas armadas de Texas a través de la frontera. Estos abusos incluyen: abuso verbal, patadas, ahogamiento, ataques con la culata de rifles y la humillación de ser grabadas mientras se les forzaba a correr. También reportaron que un oficial de Texas arrojó el celular de una persona al río después de intentar grabar el comportamiento abusivo de los oficiales de la OLS. Algunos oficiales ocultaban sus insignias y rostros, lo que hacía difícil identificarlos.
  • A finales de mayo de 2024, un grupo de personas migrantes que acampaban en Ciudad Juárez, informaron a la agencia EFE que oficiales de Texas dispararon balas de goma y bolas de gas pimienta hacia ellos desde el otro lado del río, incluso mientras dormían. Las personas migrantes declararon que los ataques nocturnos son más agresivos y comunes y mostraron moretones y proyectiles aún no detonados. Además de agresiones físicas, también denunciaron agresiones verbales constantes y el uso de láseres para apuntar a sus ojos.
  • A principios de mayo de 2024, Noticias Telemundo compartió un video, grabado desde el lado mexicano de la frontera, de miembros de la guardia nacional disparando balas de goma a los migrantes por la cerca de alambre de concertina. 
  • En el 28 de mayo de 2024, Border Report reportó varios incidentes, entre ellos:
    • “Una persona migrante venezolana dijo haber sido golpeada por dos bolas de gas pimienta en el cuello y el costado tras cruzar el Río Grande para suplicar a los soldados que permitan a las familias a cruzar el alambre de púas”. 
    • Padres venezolanos describieron a un camarógrafo que en el lado mexicano del río, “debieron poner dos piezas de cartón entre dos arbustos para proteger a su hija de 1 año de disparos al aire”. 
    • Un fotógrafo de un noticiero dijo que miembros de la guardia intentaron dispararle dos veces mientras filmaba desde el lado mexicano de la frontera. 
  • A finales de mayo de 2024, varios medios de comunicación locales reportaron la muerte de una persona migrante de Honduras, cuyo cuerpo fue recuperado en la orilla mexicana del Río Grande, en Ciudad Juárez. Otras personas migrantes afirmaron que fue golpeado gravemente por miembros de la guardia nacional de Texas, que también impidió que el grupo se entregara a las autoridades federales. Afirmaban que miembros de la guardia golpearon, jalaron y arrastraron a otras personas migrantes, incluyendo infantes y mujeres. 

WOLA no ha podido verificar este incidente, que merece una investigación por parte del gobierno de Texas y, de ser necesario, por las autoridades federales. En caso de que los testigos estén del lado mexicano de la frontera, deben colaborar con las autoridades mexicanas. Han pasado varios meses: si las pesquisas iniciales resultaron en una investigación, las autoridades estatales y federales deben informar al público si permanecerá abierta y si se publicarán los resultados. Aclarar esto debería ser de máxima prioridad porque de ser cierto, sería la primera vez en décadas que un soldado o guardia asesina a un civil en suelo norteamericano.

  • El Instituto Fronterizo de Esperanza, una organización católica en El Paso que maneja una centro de salud, documentó los siguientes casos relativos a daños causados por la OLS entre mayo y junio del 2024: 
    • Ocho personas, incluyendo tres infantes, con cortes del alambre de púas y concertina.
    • Veinticinco personas, muchas de ellas hombres, heridas por bolas de gas y de pimienta y, también por balas de goma que fueron disparadas por la guardia nacional de Texas.
    • Dos madres y dos infantes con trauma psicológico y emocional luego de ser separados de otros miembros de su familia por el alambre de púas. 
  • En febrero de 2024, una periodista reportó que miembros de la guardia nacional de Texas empujaron a personas migrantes, incluyendo una mujer con un bebe, hacia el lado mexicano de la frontera cerca de El Paso mientras gritaban improperios. Al ver que  los periodistas grabaron estos incidentes, los oficiales cambiaron su actitud y comportamiento, pero apuntaron con láseres a los periodistas y su equipo. 
  • En un video publicado el 3 de octubre del 2023 por Al Jazeera, un miembro de la guardia nacional de Texas en El Paso fue visto parado sobre un hombre que yacía en el suelo, luchando por pasar debajo de un alambre de concertina.. El guardia se burló y maltrató al hombre, diciéndole, “No tengo piedad para los animales” y pisoteando las manos del hombre.
  • En julio de 2023, CBS News publicó un correo electrónico de un policía de Texas dirigido a sus superiores en Eagle Pass, donde detalló varias situaciones inquietantes, incluyendo cómo encontró a un grupo de personas migrantes, incluyendo infantes y bebés, acampando a través de la frontera y su oficial de turno le ordenó “empujarlos al agua para que estén en México”. El correo electrónico describía que muchas personas migrantes sufrieron heridas por los alambres de concertina, una mujer que estaba enredada en el alambre, sufrió un aborto, y las tropas estatales negaron el agua a personas migrantes en temperaturas de 100°F. 

Aunque no siempre ocurre justo en la frontera, es importante señalar que miembros de la guardia nacional de Texas, asignados a la OLS, han disparado contra civiles en tres ocasiones conocidas desde que comenzó la operación:

  • El 13 de enero de 2023 cerca de la ciudad de McAllen, Texas, el soldado Angel Gallegos disparó en el hombro a Ricardo Rodríguez Nieto, un migrante a quien dejó herido. Gallegos reclamó que el disparo ocurrió durante un altercado, pero Rodríguez Nieto y otras personas migrantes lo negaron. 
  • El 26 de agosto de 2023, un miembro de la guardia nacional de Texas, estacionado del lado de El Paso del puente Paso del Norte, disparó una bala a Ciudad Juárez, la cuál hirió a un hombre que estaba sentado al lado opuesto del río. 
  • En enero de 2022, en la ciudad de Laredo, otro miembro de la guardia disparó su rifle para deshabilitar un vehículo cuyo conductor, según informes, había intentado atropellar a otro miembro de la guardia. 

Cuatro razones para una intervención federal

Esta situación es intolerable y plantea cuestiones sobre derechos humanos y civiles que requiere una intervención de las agencias federales con responsabilidades de supervisión: esto es, el Departamento de Justicia de EE UU, el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de la Guardia Nacional. 

WOLA solicita una intervención federal por varios motivos. 

1. El uso excesivo de la fuerza viola los estándares de las fuerzas de seguridad de EE. UU.

Ninguna agencia de las fuerzas de seguridad en EE. UU. tiene directrices sobre el uso de la fuerza que permite disparar proyectiles a personas que no representan una amenaza inminente, a menos que su presencia viole gravemente la ley y se hayan agotado los medios pacíficos.

El Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), una agencia federal de la cual es parte de la patrulla fronteriza, tiene una política sobre el uso de la fuerza que indica que un oficial “debe de tener una creencia razonable de que el sujeto representa una amenaza inminente de muerte o lesiones corporales graves para el oficial o para otra persona”. La mayoría de los departamentos de policía locales y estatales adhieren a un estándar similar. 

En todos los casos conocidos que involucran la Operación Lone Star en la frontera, las personas atacadas han estado desarmadas. En muchos casos, aquellas que fueron objetivo estaban del otro lado de una barrera difícil de penetrar, compuesta por capas de alambre de concertina. En algunos casos, ni siquiera estaban en suelo estadounidense. Por ende no representan una amenaza de muerte o lesiones graves y no justifican un nivel de fuerza de tal magnitud.

2. Las devoluciones violan el derecho internacional:

El simple hecho de estar en suelo estadounidense, no representa un delito que justifique el uso de la fuerza. Si las personas presentes expresan temor a regresar, es ilegal devolverlas a México.

La Sección 208 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), basada en compromisos de EE. UU. bajo la Convención sobre Refugiados, establece claramente que las personas en suelo estadounidense tienen derecho a solicitar asilo si temen regresar a su país, y tienen este derecho independientemente de si llegaron a suelo estadounidense en un puerto de entrada oficial o entre puertos. Esto sigue siendo cierto incluso bajo la reciente norma de la administración Biden, anunciada en junio, que limita el acceso al asilo entre puertos de entrada (la cual  enfrenta varios desafíos legales). Las personas sujetas a la norma ahora deben demostrar un mayor nivel de temor al retorno mientras son procesadas.

Rechazar a alguien que solicita protección se llama “devolución” y es una violación derecho internacional de los derechos humanos. Es particularmente ilegal rechazar a personas de manera violenta cuando están desarmadas y no representan una amenaza. El estado de Texas tiene una obligación bajo este compromiso y no puede crear su propia política de derechos humanos en la frontera.

3. Ignorar mejores prácticas de desescalamiento:

Las fuerzas de seguridad en los EE UU y en otros lugares han pasado décadas refinando enfoques para disturbios y control de multitudes.

Las medidas más efectivas usan la violencia sólo como último recurso y usan varios métodos de desescalamiento antes de cruzar el umbral hacia la violencia. Lo que estamos viendo en la frontera en Texas parece ignorar completamente las lecciones y mejores prácticas para disminuir y evitar conflictos

4. Mal uso de las fuerzas armadas:

Estos incidentes son preocupantes porque las fuerzas armadas están llevando a cabo presuntos abusos.

Bajo el título 32 del código de EE UU., miembros de la Guardia Nacional de Texas están movilizados bajo el mando del gobernador Abbott, no del gobierno federal. No obstante, son soldados que reciben el mismo entrenamiento de combate del Departamento de Defensa y utilizan gran parte del mismo equipo que el personal militar activo regular. Sus uniformes llevan parches que dicen “Ejército de los EE. UU.”

Es muy raro ver al personal militar de EE. UU. en una posición en la que pueda verse obligado a usar la fuerza contra civiles en territorio estadounidense. La ley “Posse Comitatus” de 1878 lo prohíbe, excepto en circunstancias de emergencia. Episodios como la masacre de Kent State en 1970, donde murieron estudiantes manifestantes, han hecho a las autoridades más reacias a usar soldados o miembros de la Guardia Nacional en este rol. Cuando algunos presidentes han solicitado que lo hagan—como durante los disturbios de Los Ángeles en 1992 o las protestas por la muerte de George Floyd en 2020—las autoridades militares han buscado terminar con los despliegues lo antes posible o se han opuesto a los líderes civiles, como Donald Trump, que los ordenaron.

La posición en la que Texas está colocando al personal militar—actuando como policía, en contacto regular con una población civil—debería ser una excepción a la regla, tanto en los Estados Unidos como en América Latina, donde vemos una tendencia igualmente alarmante de expansión de los roles internos de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, Texas planea mantenerlo vigente: el Departamento Militar del estado está pidiendo a su legislatura $2.3 mil millones para financiar la participación de la Guardia Nacional en la Operación Lone Star en 2026 y 2027.

Un Precedente Peligroso para las Relaciones Cívico-Militares de EE.UU.

La misión de despliegue en la frontera de OLS, con tantos incidentes alarmantes que involucran a guardias y civiles, no tiene comparación en los últimos 50 años. Al desplegar tropas en un rol de aplicación de la ley civil, durante tanto tiempo y con directrices aparentemente vagas, Texas está estableciendo un terrible precedente para las relaciones civil-militares en EE. UU.

Esto requiere que el gobierno federal actúe. WOLA hace un llamado al Departamento de Justicia para que abra una investigación sobre las violaciones del uso de la fuerza cometidas por el personal de Texas, especialmente su Guardia Nacional entrenada federalmente.

Este departamento ha actuado anteriormente para frenar otros excesos del gobierno estatal de Texas en la frontera, como la instalación de un «muro de boyas» en el Río Grande y la aprobación de una ley que otorgaría a las autoridades estatales el poder de arrestar y deportar a personas que consideran que han cruzado la frontera ilegalmente. El comportamiento de las fuerzas de seguridad de Texas a lo largo de la frontera alcanza un nivel similar de gravedad. 

Al hacer este llamado al Departamento de Justicia, hacemos eco a llamados anteriores  para que se realice una investigación, por parte de grupos estadounidenses de defensa de los derechos humanos. En diciembre de 2021, varias organizaciones presentaron una queja bajo el Título VI de la Ley de Derechos Civiles pidiendo al departamento que investigara los arrestos de personas migrantes en Texas basados en perfilamiento racial y vigilancia sesgada. En junio de 2024, Human Rights Watch presentó una queja citando algunos de los incidentes de uso excesivo  de la fuerza que enumeramos anteriormente, incluida la muerte no resuelta del hombre hondureño.

El hecho de que estos incidentes involucren a soldados bajo el mando de un gobernador que confunde a las personas solicitantes de asilo con “invasores” amplifica enormemente la urgencia de iniciar una investigación.

Desde el mes de junio, hubo menos personas migrantes e incidentes—pero una crisis humanitaria ocurre en el desierto cercano

En los últimos meses, los incidentes de uso de la fuerza en la frontera de Texas se han reducido junto con una disminución temporal en la población migrante en general. El 4 de junio de 2024, la administración Biden proclamó una norma que hace más difícil para las personas que cruzan entre puertos de entrada acceder al sistema de asilo de EE. UU. El número de personas en la línea entre Ciudad Juárez y El Paso ha caído drásticamente, al menos por el momento.

Pero como advirtió un análisis de WOLA en agosto de 2024, lo que no ha disminuido es el número de personas migrantes que mueren mientras intentan cruzar la frontera en el sector de El Paso donde se encuentra  la Patrulla Fronteriza. Incluso en medio de una disminución de la migración, las recuperaciones de restos de personas migrantes por parte de la Patrulla Fronteriza ya han batido un récord en dicho sector para el año fiscal 2024. La gran mayoría de esas muertes han ocurrido en el desierto dentro de un radio de 20 millas de El Paso, según un proyecto de mapeo de No More Deaths. Las causas son agotamiento por calor y deshidratación, junto con algunas caídas fatales desde el muro fronterizo.

El uso de la fuerza por parte del gobierno estatal de Texas es una preocupación urgente en términos de derechos humanos, pero está lejos de ser la única causa de muertes y sufrimientos evitables y prevenibles en la frontera. La insistencia del gobierno federal en el enfoque de “disuasión”, mientras mantiene un sistema de asilo sin recursos, también tiene una gran culpa. La próxima administración de los Estados Unidos necesita repensar esta estrategia de manera drástica

Nos gustaría reconocer la asistencia invaluable de Jocelyn Vasquez-Tax en la creación de este comentario.

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