WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas
27 Apr 2016 | Análisis | News

Un día triste para México

El domingo pasado estuve en la primera fila de un evento histórico en la ciudad de México.

En realidad, en la segunda fila.

La primera fila estaba reservada para los funcionarios del gobierno mexicano que nunca llegaron. El recinto estaba lleno con 500 personas, incluyendo una gran sección reservada y ocupada por los familiares de los desaparecidos.

En el evento se hizo la presentación oficial del reporte final del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que han proporcionado asistencia técnica al gobierno mexicano en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero, México en septiembre del 2014.

Los expertos presentaron sus hallazgos con gran detalle, incluyendo lo que pudieron confirmar, los errores del caso, la información solicitada –y negada– por el gobierno, las personas que pidieron entrevistar pero no se les permitió; y detalles  de cómo su trabajo fue obstaculizado por el mismo gobierno que los invitó a contribuir en la investigación.

El recinto estaba lleno de sentimientos y emociones cuando los familiares comenzaron a gritar a los expertos “no se vayan”, en medio de lágrimas. Una sensación de derrota permeaba en el recinto.

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Los expertos, aún con todas sus habilidades y persistencia, fueron incapaces de descubrir la verdad.  Los familiares, los expertos, los grupos locales de derechos humanos,  aquellos como nosotros fuera de México que hemos tratado de apoyar la investigación, todos habíamos fracasado en el intento de descubrir la verdad y de encontrar una conclusión del caso.

Fue un momento desolador.

Pero fue un momento, no el fin de la historia. El fin solo vendrá cuando sepamos qué les sucedió a los estudiantes y quién inventó la serie de eventos que el gobierno de México llama la “verdad histórica”.

Hace más de un año, el 27 de enero del 2015, el ex-Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam anunció la conclusión de la investigación del gobierno.  En resumen, los estudiantes “tomaron” buses para ir a una protesta. A petición de un presidente municipal, la policía interceptó los autobuses. Luego, entregó a los estudiantes al grupo de delincuencia organizada Guerreros Unidos,quienes los asesinaron e incineraron sus cuerpos en un basurero. Esto es básicamente lo que Murillo Karam llamó la “verdad histórica”.

Hay 123 personas encarceladas por este crimen, muchos de ellos presuntamente torturados.

Al día de hoy, sólo el cuerpo de un estudiante ha sido identificado.  El estatus de los otros estudiantes es de personas desaparecidas.

Los Expertos fueron convocados desde afuera de México, y son investigadores y fiscales de reconocimiento internacional, designados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque los familiares de los estudiantes desaparecidos se negaban a aceptar la versión oficial. Exigían una confirmación externa.

Por desgracia, no la consiguieron.

Lo que los expertos sí desenterraron son problemas fundamentales en el caso que no resisten el escrutinio de una investigación profesional y análisis científico. Los expertos determinaron que los cuerpos no podrían haber sido quemados en el basurero. La evidencia en la escena simplemente no sustenta esa versión de los hechos. La versión del caso del gobierno se basa principalmente en confesiones presuntamente obtenidas a través de tortura, y las autoridades han descartado o ignorado líneas de investigación relacionadas con la posible interferencia involuntaria de los estudiantes en el tráfico de drogas.

La presentación del informe final de los Expertos sobre Ayotzinapa plantea una pregunta evidente a quienes siguen el caso: ¿quién inventó  la versión del caso por parte del gobierno – la “verdad histórica” – y por qué? También deja a las familias preguntándose una vez más “¿qué le pasó a mi hijo?”

La presentación del informe de los Expertos fue un momento histórico, uno que tristemente tuve el privilegio de atestiguar.  Esta experiencia va a permanecer conmigo. Y, como tantos otros, no voy dejar que esto pase hasta que se conozca la verdad de lo sucedido con los estudiantes de Ayotzinapa , Guerrero y quiénes ocultan la verdad.

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