GUATEMALA / Áreas de progreso
7.1
Investigación y sanción de violaciones de derechos humanos
Entre 2014-2017, la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, Guatemala (UDEFEGUA), organización de la sociedad civil, registró un total de 2,062 agresiones en contra de personas defensoras, incluyendo 529 casos de intimidación y 131 amenazas (en persona, escritas y telefónicas). Además, la organización registró un incremento preocupante en la totalidad de muertes violentas; 7 asesinatos en 2014; 12 en 2015; 14 en 2016; y 52 en 2017. En la mayoría de asesinatos, UDEFEGUA da cuenta que fueron producto de una violencia continua en contra de la persona defensora y que no fueron abordados adecuadamente por las instituciones estatales.
Durante el periodo del 2014-2017, la Fiscalía de Derechos Humanos, fiscalía especializada para ejercer la acción y persecución penal en los delitos en contra de los derechos humanos, fue fortalecida hasta quedar integrada en siete unidades fiscales.
A pesar que Guatemala cuenta con la institucionalidad para investigar y sancionar violaciones a los derechos humanos, persiste un alto nivel de impunidad en los procesos penales por violaciones cometidas contra personas defensoras de derechos humanos y periodistas.
GUATEMALA / Áreas de progreso
7.2
Mecanismos de protección
Tras varias acciones de la sociedad civil, en 2016, bajo el liderazgo de COPREDEH (Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en Materia de Derechos Humanos), se inició el proceso de desarrollo de la política pública para proteger defensores de derechos humanos y establecer coordinación entre instituciones del Estado, según lo establecido en la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El proceso continuó durante el 2017, dando inicio con la primera de cinco fases previstas para el desarrollo de la política y la cual incluyó discusiones de la propuesta con organizaciones de la sociedad civil y entidades del Estado, con el acompañamiento de la PDH y la OACNUDH. Para finales de ese año, el Estado de Guatemala todavía no había aprobado la referida política.
No obstante estar pendiente la aprobación de la referida política, durante el periodo examinado, Guatemala contaba con espacios interinstitucionales para el intercambio de información y análisis y con un sistema de protección para personas que enfrentan situaciones de riesgo- entre ellas personas defensoras de derechos humanos.
En cuanto a espacios de coordinación interinstitucional, cabe señalar a la Instancia de Análisis de Patrones y Ataques contra Defensores de Derechos Humanos, una unidad temporal creada en 2008 mediante Acuerdo Ministerial No. 103-2008 para el análisis de patrones de ataques contra personas defensoras de derechos humanos y la identificación de acciones para la protección y reacción rápida. En las reuniones de la Instancia participan el Ministerio de Gobernación, la Dirección de Investigación Criminal de la PNC, el Ministerio Público, dos organizaciones de derechos humanos, una organización de cooperación internacional, así como la PDH y la OACHUDH en calidad de observadores.
La Instancia ha sido un espacio útil para la coordinación y solicitudes de respuestas rápidas para atender a situaciones de riesgo. No obstante, expertos señalaron que la capacidad de análisis de tendencias y patrones de ataques requería ser fortalecida. A su vez, el espacio enfrentó serios problemas entre 2016 y 2017, al haberse vencido el Acuerdo Ministerial a inicios del 2016.
GUATEMALA / Áreas de progreso
En Guatemala, como parte de los mecanismos para desmotivar y deslegitimar la defensa de los derechos humanos, además de la criminalización, se emprenden campañas de persecución, hostigamiento, amenazas y discurso de odio en contra de personas defensoras de derechos humanos a través de las redes sociales. Entre 2014-2017, UDEFEGUA registró 428 casos de criminalización contra personas defensoras, incluyendo 74 detenciones ilegales, 104 detenciones judiciales, 106 detenciones arbitrarias y 244 casos de difamación.
Las instituciones del sistema de justicia, deben asumir los mecanismos y medidas internas que permitan monitorear, identificar y evitar los casos de criminalización de personas defensoras de derechos humanos, basadas en acusaciones espurias y sin fundamento. Se debe tomar en cuenta que una acción de esta naturaleza conlleva para las personas defensoras un daño evidente, hacia su seguridad, su dignidad, libertad, integridad y, desafortunadamente, también para su vida.