Desde hace más de una década, la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) ha denunciado que se está ejecutando un plan genocida contra comunidades Garífunas en Honduras. Este plan se ha vuelto crítico en los últimos meses, ya que los líderes y lideresas Garífunas han sido atacados, acosados y amenazados directamente por terceros, incluidos propietarios de proyectos extractivistas y de aceite de palma, inversores turísticos y narcotraficantes.
El 9 de marzo de 2024, el propietario del complejo turístico “Rosa Negra” acosó y amenazó públicamente a líderes y lideresas Garífunas con comentarios racistas y degradantes. Dos meses después, terceros alineados a “Rosa Negra” prohibieron la entrada a la comunidad Garífuna de Triunfo de la Cruz y lanzaron una campaña mediática destinada a generar divisiones entre la comunidad.
El 28 de mayo de 2024, estos terceros, con el apoyo del alcalde de Tela, Ricardo Calix, convocaron una asamblea general para elegir un patronato paralelo, y, a través de este mismo, bloquear los esfuerzos del Estado de Honduras para cumplir con las sentencias de la Corte Interamericana de 2015 que ordena al Estado restituir el territorio ancestral a las comunidades Garífunas. Se han adoptado tácticas similares contra otras comunidades Garífunas, como Travesía, donde el gobierno municipal está destruyendo activamente el tejido social de la comunidad al elegir e imponer también un patronato paralelo. Estos actos de violencia sistemática no solo buscan terminar con su forma de vida, sino erradicar al pueblo Garífuna.
Si bien el Estado de Honduras es responsable de violar los derechos territoriales del pueblo Garífuna, el gobierno de los Estados Unidos, las instituciones financieras internacionales y los bancos multilaterales de desarrollo son directamente cómplices de esta violencia, la cual emana de financiar estos proyectos e imponer un modelo económico neoliberal basado en el turismo, el extractivismo y las exportaciones. Como organizaciones e individuos solidarios con el pueblo Garífuna, nos sumamos a las demandas de la OFRANEH y nos pronunciamos de la siguiente manera:
1. Denunciamos públicamente la violencia ejercida contra los líderes, lideresas y comunidades Garífunas por las empresas turísticas globales, la industria de narcóticos con destino a Estados Unidos y las empresas de aceite de palma con financiación extranjera.
2. Pedimos a los Representantes del Congreso Estadounidense que apoyen la Resolución OFRANEH (H.Res. 1278), que fue reintroducida el 5 de junio de 2024 por la representante Cori Bush junto con los representantes Ilhan Omar, Jesús “Chuy” García, Jamaal Bowman y Jan Schakowsky, que condena la violencia contra el pueblo Garífuna, exige la devolución de sus tierras y pide a Estados Unidos que asuma la responsabilidad de detener la financiación de los proyectos que respalda.
3. Llamamos al Estado de Honduras a cumplir con las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ordena principalmente la restitución de tierras Garífunas y garantías de no repetición.
4. Llamamos al gobierno de Honduras a proteger la vida y la integridad del pueblo Garífuna.
