Este artículo forma parte de la serie Una Agenda de Derechos Humanos para la Próxima Administración de EE. UU., que presenta las prioridades de WOLA para promover políticas estadounidenses centradas en los derechos humanos. Ante el cambio de administración en Estados Unidos, WOLA reafirma su compromiso con la justicia, la dignidad y los derechos fundamentales de las personas en toda América. En esta serie, destacamos temas críticos de derechos humanos que deben estar en el centro de los debates políticos en este momento crucial.
La desigualdad estructural y la discriminación basada en género limitan el acceso a los derechos humanos para millones de personas en las Américas, limitando así el potencial de la región para alcanzar la paz, la prosperidad compartida, la seguridad humana y el fin de la migración forzada y el desplazamiento. WOLA trabaja para enfrentar la desigualdad y la negación de derechos humanos sobre la base de género, etnia, orientación sexual y otras identidades interseccionales. Colaboramos con aliadas y aliados en toda la región, elevando las voces de activistas que lideran las luchas actuales por la equidad de género y la justicia. De esta manera, buscamos promover políticas inclusivas que contribuyan al avance de los derechos humanos para todas las personas.
Instamos a la próxima administración de EE. UU. a priorizar los siguientes objetivos:
Avanzar los derechos humanos de las mujeres y erradicar los estereotipos, la discriminación y la violencia contra todas las mujeres
Los estereotipos sobre las mujeres y su rol en la sociedad sustentan patrones de discriminación en ámbitos públicos, privados y familiares. A pesar de los avances obtenidos a nivel de marcos normativos, las mujeres en toda la región continúan enfrentando desigualdad, barreras para ejercer sus derechos y niveles alarmantes de violencia de género. La discriminación de género se entrelaza con otras formas de discriminación basadas en el color de piel, etnia, nivel socioeconómico, orientación sexual, condición migratoria, idioma, y otros factores, poniendo a muchas mujeres en situación de mayor desigualdad. Aunado a esto, gobiernos con tendencias autoritarias han intentado revertir los avances en los derechos de las mujeres y eliminar la perspectiva de género de las políticas públicas.
Las mujeres juegan un papel fundamental en la defensa de los derechos humanos y la democracia. Los movimientos feministas de América Latina han estado a la vanguardia de avances legales y sociales para proteger estos derechos, a su vez, las personas defensoras de derechos humanos y lideresas comunitarias son protagonistas en la lucha contra la violencia e injusticia social persistentes.
En este contexto, EE.UU. debería trabajar junto a los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil en la región para implementar políticas y programas que:
- Fortalezcan y amplíen las acciones basadas en evidencia para contrarrestar estereotipos dañinos sobre las mujeres, abordando patrones de discriminación en su contra y reduciendo las brechas de género en todos los ámbitos.
- Reduzcan la violencia hacia las mujeres, incluyendo la violencia sexual y el feminicidio.
- Enfrenten las barreras específicas que impiden a las mujeres ejercer plenamente sus derechos humanos y promuevan los derechos sexuales y reproductivos.
- Apoyen el liderazgo de las mujeres en la defensa de los derechos humanos, la paz y la democracia, y protejan a activistas en riesgo por defender los derechos humanos de las mujeres.
Promover la equidad y poner fin a la discriminación y violencia basada en orientación sexual e identidades de género diversas
A pesar de los avancen legales que reconocen los derechos de personas con orientaciones sexuales y/o identidades de género diversas, la discriminación contra estas poblaciones sigue siendo generalizada. Muchas personas LGBTQIA+ enfrentan barreras legales y prácticas para acceder a sus derechos humanos y la violencia es una una de las expresiones más graves de esta discriminación.Varios países de la región se encuentran entre los que reportan el mayor número de asesinatos de personas trans, especialmente mujeres trans y personas racializadas.
Es preocupante la aparición de gobiernos en algunos países con tendencias tanto antidemocráticas como anti-LGBTQIA+. En años recientes, ciertos líderes políticos han adoptado medidas para eliminar el reconocimiento de identidades de género diversas en las políticas públicas, incrementando los riesgos para estas poblaciones y reforzando estereotipos dañinos sobre los supuestos roles de mujeres y hombres en la sociedad.
La próxima administración de EE.UU. debería asegurar que su política exterior y cooperación internacional:
- Combata la discriminación contra poblaciones LGBTQIA+ a nivel de leyes y prácticas, en colaboración con los gobiernos y la sociedad civil en la región.
- Apoye y proteja a las organizaciones LGBTQIA+, activistas y personas defensoras de derechos humanos.
- Ayude a reducir la violencia basada en identidad de género y orientación sexual.
- Haga un llamado público a todos los gobiernos de la región para respetar y protejer los derechos, la dignidad, la seguridad y el bienestar de las personas de todas las orientaciones sexuales e identidades de género, sin ningún tipo de discriminación.