La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) ha estado recibiendo denuncias de uso excesivo de la fuerza policial en varias ciudades colombianas. Las denuncias de Cali son las más graves, pero también se ha informado de incidentes en Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Manizales y en otras partes del país . El uso atroz e indiscriminado de la fuerza contra los manifestantes en las protestas nacionales no es nuevo: abusos similares tomaron lugar en noviembre de 2019 y septiembre de 2020. Sin embargo, los acontecimientos de los últimos días parecen ser aún más graves que los anteriores ejemplos de brutalidad policial.
En medio de la intensificación de la represión de la protesta social, resulta escalofriante que el comandante del ejército de Colombia, el general Eduardo Zapateiro, haya grabado un vídeo junto al ministro de Defensa en el que se refieren con tono retador al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) como «héroes vestidos de negro», instigandolos a mantener su actuar en contra de sus compatriotas. (El general Zapateiro no está al mando del ESMAD).
El gobierno colombiano debe intentar desescalar las tensiones, detener la violencia y fomentar el diálogo con un grupo representativo de los manifestantes. Funcionarios estadounidenses de ambos partidos han elogiado la estrecha relación que se ha forjado con Colombia y sus fuerzas de seguridad. Esta relación le otorga a Estados Unidos mucha más influencia que cualquier otro actor internacional. Mensajes oportunos de Washington pueden mejorar la situación de funcionarios y oficiales del gobierno de Duque, algunos de los cuales tienden a la moderación. Estos mensajes oportunos de Washington pueden ayudar a evitar una mayor escalada y, al hacerlo, salvar vidas.
Instamos al gobierno de Estados Unidos a: