Campañas de erradicación forzosa en los Andes, fuertemente respaldadas por el gobierno de los EE.UU., han empujado a algunas de las poblaciones más pobres del mundo hacia una precariedad aún peor. Estas políticas —incluyendo la aspersión aérea con herbicidas o “fumigación”— han generado conflictos, inestabilidad y violaciones a los derechos humanos. Durante casi tres décadas, WOLA ha trabajado para promover un enfoque alternativo basado en el desarrollo económico para disminuir la dependencia de agricultores pobres respecto al cultivo de la coca, y alcanzar gradualmente reducciones sostenibles en cultivos para mercados ilícitos. WOLA también apoya esfuerzos para eliminar las prohibiciones contenidas en convenciones internacionales sobre la hoja de coca, que impiden emplear la planta para fines tradicionales y para productos destinados al consumo legal.