WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas

(Foto AP/Fernando Vergara)

12 Apr 2019 |

Llamado de alerta: la paz de Colombia en riesgo

Qué pueden hacer quienes formulan las políticas de los Estados Unidos para ayudar a preservar la paz en Colombia

Dos años después de la firma del acuerdo de paz de Colombia, se siguen dando importantes pasos para terminar con 50 años de guerra, pero la falta de cumplimientos del acuerdo por parte del gobierno colombiano y la disminución de la atención internacional amenazan la construcción de la paz. Las guerrillas de las FARC fueron desmovilizadas y desarmadas con éxito y los niveles de violencia disminuyeron en muchos lugares de Colombia. Sin embargo, los planes para aumentar el alcance del gobierno en las zonas de conflicto, la reintegración de excombatientes a la vida civil y los esfuerzos para desmantelar a otros grupos armados ilegales están avanzando muy lentamente. Los compromisos para atender las necesidades de la población rural desatendida en términos de tierras y empleos se han estancado en la legislatura de Colombia. En marzo de 2019, la embajada de los EE. UU. apoyó la decisión del presidente Duque de enviar al Congreso la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para su revisión, generando desconfianza del marco básico del acuerdo de paz. Como resultado, muchos territorios especialmente rurales todavía están en conflicto, y la violencia se disparará aún más si no se cumplen los compromisos de los acuerdos para reintegrar excombatientes y abordar las causas fundamentales del conflicto. El símbolo más visible y trágico de los problemas del acuerdo de paz son las 164 personas defensoras de los derechos humanos, líderes y lideresas locales quienes, construyendo paz en sus comunidades,fueron asesinadas en 2018.

De implementarse bien, este acuerdo de paz terminaría con el conflicto de más larga duración en el Hemisferio Occidental, una guerra que ha costado la vida a más de 261,000 personas, la gran mayoría civiles, y ha obligado a casi 8 millones de personas en Colombia a huir de sus hogares, con un nivel de desplazamientos interno que alcanza el de Siria. El acuerdo ofrece a Colombia una hoja de ruta para modernizar e incorporar las áreas rurales abandonadas, abordar la problemática de producción de drogas ilícitas, tráfico y delincuencia organizada de una manera más sostenible; así como para tratar cuestiones profundamente arraigadas que alimentan la violencia y la desigualdad.

Para los EE. UU., hay mucho en juego si en Colombia no se logra implementar los acuerdos. Los esfuerzos diplomáticos del gobierno de los EE. UU. fueron un factor crucial para alcanzar el acuerdo de paz. Esta sabia inversión no debe ser desperdiciada. Solo si la paz gana terreno en las antiguas zonas de conflicto, zonas que también son las principales áreas de producción de coca, se lograrán avances sostenibles en la reducción de la producción, el tráfico de drogas y el crimen organizado. Finalmente, el conflicto de Colombia afecta a la región latinoamericana y la consolidación de la paz es un activo para países vecinos. Mientras la tragedia venezolana se desarrolla, Colombia desempeña un papel fundamental ofreciendo refugio a más de 1 millón de personas venezolanas refugiadas.

Si el conflicto continúa, las comunidades rurales empobrecidas de Colombia, incluyendo comunidades afrocolombianas, indígenas, campesinas, mujeres y niños as, nuevamente serán quienes sufran las consecuencias de la violencia. Otra generación de valientes y vibrantes líderes y lideresas sociales defendiendo los derechos humanos será desplazada, exiliada o asesinada.

Este Llamado de Alerta señala las promesas y los desafíos para la paz en Colombia y recomienda formas en las que EE.UU. puede contribuir a soluciones sostenibles. Si quienes formulan las políticas de los EE. UU. actúan con audacia para alentar el cumplimiento de los acuerdos, no será demasiado tarde para preservar la frágil paz de Colombia.

Este análisis fue producido por WOLA, LAWG, Oxfam Internacional, Consejo Nacional de Paz Afro-Colombiano, Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Gobierno Mayor de Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia, Comité de Reconciliación, CONPAZ, Red Nacional de Programas Regionales de Desarrollo y Paz (Reprodepaz), Cavida, Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, DiPaz, CCDI Global, Red de Derechos Humanos de Colombia, PBI Colombia, Consejo Comunitario Cuenca Río Timba Marilópez-Municipio de Buenos Aires, y Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados.

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