WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas
20 May 2015 | Noticias

Actualización de estadísticas: el aumentado control migratorio de México está al nivel de los esfuerzos fronterizos de EE.UU

En los tres primeros meses de 2015, México deportó a 39.316 migrantes centroamericanos, el 99 por ciento (38.961) de los cuales son de Honduras, El Salvador y Guatemala, entre ellos 5.273 niños no acompañados. El gobierno de México ha mantenido un estricto e intensificado control migratorio desde el verano pasado, cuando anunció su Programa Frontera Sur. El número total de los centroamericanos deportados durante los tres primeros meses de 2015 representa un aumento del 79 por ciento en relación con los meses correspondientes de 2014, según datos recientemente publicados del Instituto Nacional de Migración de México (INM).

Lo más sorprendente, sin embargo, es que las deportaciones en México de menores no acompañados ya están a la par con las aprehensiones de menores no acompañados en Estados Unidos. Entre octubre de 2014 y marzo de 2015, México deportó a 9.671 niños no acompañados procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador. En este mismo período de tiempo, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos aprehendió a 9.802 niños no acompañados procedentes de estos tres países. Esta relación uno a uno está en agudo contraste con el año pasado (octubre 2013 a septiembre 2014), cuando, comparado con las aprehensiones en Estados Unidos, México deportó un tercio de los niños centroamericanos no acompañados (así ,un correlación uno a tres), con 16.201 niños deportados de México en comparación con los 51.705 detenidos en la frontera con Estados Unidos.Unaccompanied Minors, Oct 2014-Mar 2015

 

Unaccompanied Minors, Oct 2013-Sep 2014

 

Esta similitud numérica deja claro que México ha asumido un nuevo papel como un estricto ejecutor de políticas migratorias, y que este papel viene al menos parcialmente en respuesta a la presión de Estados Unidos. Además, estas estadísticas revelan que los migrantes centroamericanos siguen huyendo hacia el norte en gran número, aunque el impacto no se nota con tanta fuerza en la frontera con Estados Unidos. Esto plantea importantes problemas humanitarios: sabemos que una parte significativa de los menores que salen de Centroamérica está motivada por amenazas específicas a su seguridad, sin embargo, México no está evaluando adecuadamente a estos niños para determinar si merecen protecciones, y la mayoría son retornados rápidamente a las situaciones que huían. Dados los altos niveles de violencia y pobreza en Centroamérica, es fundamental que México evalúe a migrantes para que los refugiados y víctimas de la trata u otros delitos reciban la protección que necesitan.

Para obtener más análisis de WOLA sobre asuntos fronterizos y migratorios, véase: