AP Photo/Eric Gay
AP Photo/Eric Gay
Washington, D.C. – En el contexto de la visita del Secretario Tillerson a México, WOLA (la Oficina de Washington sobre Asuntos Latinoamericanos), una organización líder en investigación y derechos humanos, quisiera poner a su disposición la siguiente declaración de nuestra experta Maureen Meyer, Coordinadora Principal del programa de México y Derechos de Migrantes de WOLA.
“La visita del Secretario del Estado Tillerson a México llega en un momento en que las relaciones han sido severamente tensas por la retórica y las acciones de la administración de Trump. En las próximas reuniones con sus homólogos mexicanos, el Secretario Tillerson tiene la oportunidad de establecer relaciones más sólidas y basadas en el respeto mutuo. Es hora de dejar de demonizar a México. La cooperación, en lugar de retórica acalorada sobre ‘hombres malos’, es esencial para ambos países.
El Secretario Tillerson debe reconocer la importancia de la relación de los Estados Unidos y México y los avances que se han hecho para fortalecerla. El apoyo de EE.UU. a México a través de la Iniciativa Mérida ha sufrido un cambio crítico en los últimos años. Los fondos de los Estados Unidos han pasado de un enfoque primario de proveer equipo y hardware, en su mayor parte a los militares mexicanos, para apoyar la profesionalización de la policía, combatir la corrupción y fortalecer el estado de derecho y los derechos humanos en el país. Mejorar la seguridad en México requiere un sistema judicial que investigue y enjuicie eficazmente los crímenes. Esto también requiere fuerzas policiales civiles libres de corrupción en las que los ciudadanos puedan confiar.
Los militares mexicanos han estado en las calles durante años sin ningún impacto real en reducir la violencia. Sólo una policía y un poder judicial en funcionamiento pueden investigar redes criminales, erradicar la corrupción y combatir la impunidad.
El Secretario Tillerson debería trabajar para aprovechar el apoyo que los Estados Unidos han brindado a México para fortalecer las instituciones civiles de justicia penal. Revertir a las políticas equivocadas de asistencia exterior basadas en la creencia de que las amenazas potenciales a la seguridad en México pueden ser resueltas por esfuerzos militares, la interdicción de drogas y detenciones masivas resultaría en serios retrocesos para los derechos humanos, el estado de derecho y la seguridad pública”.
