Ecuador tiene una de las leyes de droga más estrictas en el hemisferio. Una persona que comete delitos de droga sin violencia puede incluso recibir la misma sentencia que un asesino, y en algunos casos hasta más alta.
En este video, Analía Silva asegura que empezó a vender drogas por causa de la pobreza. Ella afirma que ni siquiera sabía qué tipo de drogas estaba vendiendo, solamente que sabía que para mantener sola a sus dos hijos tenía que encontrar una manera de ganar dinero. Ella fue arrestada en el 2003 y sentenciada a 8 años de prisión. En este video, ella llega a esta conclusión:
"Cuando me sentenciaron a mí, y a cada mujer que sentencian, no sentencian sólo a la que cometió el delito, le sentencian también a su familia, le sentencian también a sus hijos. Y eso es lo que hacen y no se dan cuenta, ellos quieren eliminar la delincuencia, pero si ellos mismos la empujan, si están [los niños] sólos… ¿qué pueden hacer? Ir a robar… mi hija a prostituirse, mi hijo a ser un drogadicto, a expender droga, a vender droga".
Actualmente, Ecuador está en proceso de reformar sus políticas de droga para poner más enfásis en la salud pública y en el mejoramiento de las condiciones carcelarias. La administración de Rafael Correa también está considerando una nueva ley de droga, la cual si es presentada y aprobada por el Congreso ecuatoriano pudiera servir de modelo para otros países que desean tener políticas de drogas más efectivas y humanas.