Estos videos tienen como protagonista personas que han pasado años en prisión, aguantando duras penas que son desproporcionados a los crímenes que cometieron. Los videos son parte de un estudio de TNI/WOLA que investiga los sistemas penitenciarios de ocho países en Latino América. Las personas en los videos aparecen porque representan un lado humano raramente revelado de la guerra contra las drogas. Estas historias personales ilustran el impacto injusto de las leyes actuales sobre drogas.
El pequeño distribuidor: Analia Silva fue encarcelado por traficar pequeñas cantidades de drogas en Ecuador. Una madre soltera y analfabeta, afirma que no podía encontrar otra manera de mantener a sus hijos. Ahora tiene antecedentes penales, lo que le dificulta encontrar trabajo.
Auto cultivo de marihuana: A los 66 años, Alicia Castilla fue encarcelada durante tres meses en Uruguay por cultivar marihuana para consumo personal.
El usuario: Marcus Vinicio se identifica como usuario. Lo arrestaron con una cantidad mayor de drogas permitido por la ley brasileña para el consumo personal. Vinicius fue condenado como narcotraficante en Brasil por exceder el límite legal.
Los engañados: Rosa Julia Leyva explica cómo las drogas fueron puestos en su maleta sin su conocimiento. Relata su violación mientras estaba bajo custodia en México antes de ser condenada a muchos años de prisión por un crimen que no cometió.
El productor: Mario Vargas “pisó” coca en Bolivia—el primer paso en la producción de cocaína. Fue condenado como si fuera el dueño de las drogas.
La mula: Marta Inés Miravete revela como fue engañada por un hombre que la invitó ir de Argentina a Brasil por una oportunidad profesional. Ella dice que ella no tenía conocimiento de la droga que él puso en su maleta.
El reincidente: En este video filmado en una prisión en Bogotá, Colombia, Rocío Duque explica las razones por las que regreso a la trata de drogas: la falta de otras oportunidades.