Tras décadas de aplicar y exportar políticas de mano dura que priorizan el arresto y el encarcelamiento para delitos menores a menudo relacionados con drogas, los EE.UU. están reconsiderando su sistema de justicia penal. Estas reformas deben ser observadas en Latinoamérica, dice el informe de WOLA y CEDD; la región se enfrenta a una creciente población encarcelada que es parcialmente el resultado de políticas draconianas patrocinadas por los EE.UU.
De 1973 a 2009, la población carcelaria total de los EE.UU. se septuplicó mientras más ofensores menores fueron encarcelados —en vez de recibir alternativas al encarcelamiento— y varios delitos empezaron a recibir sentencias más largas.Gran parte del cambio se produjo en el contexto de la “Guerra contra las Drogas”, cuando se registró un aumento particular y marcado en las tasas de arresto y encarcelamiento por delitos relacionados con drogas. De 1980 a 2010, la tasa de reclusión por estos delitos aumentó de 15 a 143 por cada 100.000 habitantes, casi decuplicando la cifra original.
Pero en años recientes, los EE.UU. han empezado a presenciar un cambio de paradigma. Están surgiendo propuestas para reemplazar políticas de tolerancia cero —que buscaban criminalizar toda conducta relacionada con las drogas—, con alternativas al encarcelamiento y políticas más justas para la determinación de penas. Los llamados para reforma atraviesan todo el espectro político, en tanto grupos liberales hacen notar disparidades raciales y socioeconómicas en la aplicación de las leyes sobre drogas, mientras que grupos conservadores cuestionan los enormes costos financieros (y mínimos beneficios) asociados al encarcelamiento masivo. Hay un acuerdo bipartidario emergente que califica como ineficaces, dispendiosas e injustas las actuales leyes sobre drogas y, en general, los procedimientos para la determinación de penas.
LEA: Entre la retórica y la reforma: Reforma del sistema de justicia penal de los EE.UU
Estos cambios son particularmente importantes para Latinoamérica. Los EE.UU. exportaron mucho de su sistema draconiano de justicia criminal a Latinoamérica bajo el argumento de “la guerra contra las drogas”, animando a países a lo largo del continente a enfatizar el arresto y encarcelamiento de individuos en todos los niveles del tráfico de drogas. En la práctica, eso ha llenado las cárceles latinoamericanas con pequeños cultivadores, consumidores de drogas y actores de menor escala en el mercado de drogas, mientras las redes del tráfico de drogas prosperan. Mientras EE.UU. reconsidera sus propias prácticas, los países latinoamericanos que también han implementado estas políticas deficientes deben hacer lo mismo.
Entre la retórica y la reforma: Reforma del sistema de justicia penal de los EE.UU., un nuevo informe de WOLA y el Colectivo de Estudios Drogas y Derecho (CEDD), explica cómo y por qué ha crecido la población carcelaria de los EE.UU. en años recientes, y describe la débil relación que existe entre las crecientes tasas de encarcelamiento y las decrecientes tasas de delincuencia. El documento describe las actuales reformas innovadoras, los cambios que estas ya han logrado y lo que puede obtenerse en el futuro. El documento concluye con reflexiones sobre el significado de las reformas actualmente en marcha en los EE.UU. para los países de América Latina que actualmente contemplan reformar sus sistemas de justicia penal y de determinación de sentencias.